El autobús de Puebla del Prior
Los aficionados que vinieron en autobús de Puebla del Prior (Badajoz) consiguieron que su torero Miguel Ángel Perera se llevara una oreja del último novillo de la tarde. A ese ejemplar lo toreó por naturales y derechazos con largura, sin demasiada profundidad e instrumentó tres ayudados por alto con mucho empaque. Después de unas manoletinas muy ceñidas y matar de manera regular, le concedieron la oreja gracias a la insistencia de sus paisanos. En su segundo novillo estuvo Perera muy premioso y toreó con las dos manos, pero sin demasiada enjundia.
Quien toreó con calidad y verdad fue el mexicano Arturo Macías. La faena de su primer novillo, segundo de la tarde, estuvo trazada por cuatro series de naturales ligados, suaves, largos y bien rematados. En la ligazón de los naturales había arte y belleza. Después, con la mano derecha hay que anotar tres series muy ligadas, también hechas con largura y la última de esa serie con gran vibración. Ahí estuvo, a nuestro juicio, lo más artístico y bello de la tarde donostiarra. A su segundo novillo, que no tenía ni pizca de calidad porque era un ejemplar completamente sin raza, se expuso de manera innecesaria. Quiso dotar la faena de valentía, pero no valía la pena porque lo que tenía delante era un armario apolillado.
Curiosamente, el novillero que parecía de entrada con más finura y calidad, al final pasó desapercibido. Nos referimos al albaceteño Andrés Palacios. A sus dos faenas hay que anotar unos suaves trasteos en su primero, tres derechazos ligados suaves, y en otra serie dos derechazos asimismo suaves. En ese primer novillo de la tarde, que tenía poca fuerza, dibujó detalles de torero. Y ya en el cuarto inició la faena con cuatro estatuarios y uno de pecho. Ahí su labor con la muleta se llenó de derechazos y naturales largos, sin ligar, pero sin embargo de todo ello se puede deducir que algunos de esos pases, tanto por una mano como con la otra, estaban muy bien dibujados. Quiere decirse que hay torero, aunque siempre esperando que llegue una nueva ocasión para que redondee aquello que abunda como torero.
Nos parece muy bien que el presidente de la plaza de toros de Illumbe aplique a rajatabla el reglamento. De ese modo la duración de las faenas tienen un tiempo determinado. Ahora bien, le pedimos que de igual modo aplique el reglamento cuando más de uno de los novillos de ayer tenían que haber sido devueltos a los corrales. Esa diligencia al aplicar los avisos debe ser la misma a hora de devolver los novillos que son inválidos, es decir, que si nos ponemos estupendos, nos ponemos del todo. Y así no tiene que recibir las broncas que recibe por ser tan renuente a la hora de hacer que la lidia vaya como Dios manda.
Por otra parte, el torero mexicano Arturo Macías pasó por su propio pie a la enfermería para curarse de un varetazo sin importancia. El segundo toro de la tarde fue muy bien picado por Santiago Chacón. Luis Miguel Calvo estuvo muy aseado con las banderillas.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.