Sorpresa en Granada

Truncó su racha el Barça y lo hizo del modo más inesperado. En un partido que se esperaba plácido, el conjunto de Aíto acabó ofreciendo su peor cara. Llegó a un final más que apretado, con la victoria casi en los labios (83-82 a 17 segundos del final), pero con la certeza de que sería el Granada el que se llevaría el encuentro.

El Barça llegó al final del partido desbordado por la serenidad y eficacia de los andaluces, que, de la mano de Ward y sobre todo de Oriol Junyent, fueron minando las resistencias azulgranas. El ex barcelonista, que acabó sumando 22 puntos, se convirtió en un calvario para la defensa del Barça. Si intentaba frenarlo Dueñas, Junyent se salía de la zona para anotar con suma facilidad. Si lo defendían Okulaja o Rentzias, el pívot catalán los superaba con sus buenos fundamentos.

Y así fue que el Barça, después de dominar el primer cuarto con relativa comodidad (18-25), fue perdiendo su puntería desde la línea de tres -en el primer periodo lanzó más triples que intentos de dos- y el dominio del juego. Los azulgrana comenzaron a perder balones de las formas más absurdas. Sus pívots se fueron cargando de faltas personales -Rentzias cometió tres consecutivas nada más entrar en cancha- y sus lanzadores no encontraron el camino de la canasta. El Granada aprovechó entonces para endorsarle un parcial de 21-11 en el segundo periodo que resultó definitivo.

Ni siquiera la pausa reanimó a los jugadores de Aíto. Obtusos en ataque, con Dueñas, Rentzias y Okulaja cargados de faltas y una defensa menos intensa de lo habitual, los azulgrana claudicaron irremediablemente ante el juego del Granada, que creyó definitivamente que podía ganar.