Árbitro contra árbitro
Un colegiado de juveniles denuncia a Turienzo por haberle agredido, lo que éste niega
Futbolistas, entrenadores y árbitros se han visto hasta ahora implicados en agresiones bajo múltiples combinaciones: de un jugador a otro, o al entrenador, o al árbitro... Ahora, sin embargo, se da un caso inaudito en el fútbol: Andrés Mosquera, de 29 años, árbitro de juveniles en León, ha denunciado a Javier Turienzo, de 35, colegiado de la Primera División, por agredirle tras haber comentado un error suyo, según informó el sábado la Cadena SER. Ambos sostienen, eso sí, versiones diferentes.
Las rencillas vienen del partido Alavés-Espanyol (2-1), de la 13ª jornada de la Liga, pitado por Turienzo el pasado 11 de noviembre. El colegiado de Barakaldo (Vizcaya) expulsó en ese encuentro a Argensó, el portero del cuadro catalán, por una supuesta agresión a Téllez. 'Creo que se ha equivocado', fue el comentario 'inocente', según sus propias palabras, de Mosquera el lunes siguiente, cuando varios compañeros seguían por televisión un programa deportivo en el colegio de árbitros de León. Entre ellos estaba el asistente Rafa Guerrero. 'Guerrero me dijo: '¿Y tú eres árbitro? Tú no eres árbitro ni eres nada. Eres un gilipollas y un subnormal', sostiene Mosquera, sorprendido por su reacción.
Ahí quedó el incidente hasta hace cuatro días. 'El jueves fui a recoger los partidos del fin de semana. Turienzo estaba en el colegio y me dijo que saliéramos a la escalera a hablar. Le dije que yo no le había insultado, pero, viéndole los ojos, sabía lo que iba a pasar. Me dijo que yo no era nadie y que me iba a echar del colegio', cuenta Mosquera, quien afirma haber sufrido luego una agresión de Turienzo. 'Me quería tirar por las escaleras. Me agarró del pelo, me pegó en la mano y me arañó en el cuello', relata el árbitro, que esa misma noche presentó una denuncia contra Turienzo, acompañada del parte médico, en una comisaría de León. 'Es muy denigrante, pero lo más doloroso es la humillación. Pedimos que no nos agredan en Regional, donde te juegas el cuello sin ganar un duro, y tenemos al enemigo en casa', dice Mosquera.
Turienzo, funcionario que trabaja como auxiliar en un juzgado de León, rehusó ayer contar su versión de los hechos, pero afirmó que Mosquera no cuenta la verdad. 'Tengo clarísimo lo que ha pasado. Los hechos no son como él dice. Sé que soy una persona pública y estoy muy tranquilo, pero no quiero dar juego a este chico. No sé cuál es su objetivo, si hacerse famoso o darse notoriedad, pero se le da demasiada credibilidad', afirmó Turienzo, que se remitió a la resolución de los dos procedimientos en trámite: la denuncia en la comisaría y un expediente disciplinario abierto por el Comité Territorial de Castilla y León para aclarar lo ocurrido.
'Esto no me entra en la cabeza', comentó ayer su colega en el colegio castellano-leonés Julián Rodríguez. 'Es un tipo tranquilo. Por eso me sorprende', añadió Eduardo Iturralde, que realizó a su lado el cursillo de arbitraje en 1982.
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