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Reportaje:

ETA se revuelve contra Francia

Con seis balas alojadas en el cuerpo, el gendarme Gérard Larroudé se arrastraba a duras penas sobre el asfalto, tratando de huir de la inmisericorde lluvia de plomo, cuando el individuo al que había interceptado momentos antes en la carretera vecinal de Monein, en el Bearn, le disparó a bocajarro el que debía de ser el tiro de gracia. También el agente Bernard Carrau, alcanzado diez días antes de cuatro balazos en un control de alcoholemia en Sauvagnon, está íntimamente convencido del propósito asesino de sus atacantes. 'Fue una cosa deliberada, querían matarme, me salvaron los reflejos'.

Por tres veces consecutivas, en otras tantas semanas, los activistas de ETA han disparado a mansalva, hasta 40 proyectiles BSP de fabricación checa, contra los agentes que cubren las rutas secundarias del suroeste francés, las áreas rurales más frecuentadas por la organización terrorista. Sin embargo, los atestados policiales e informes forenses se corresponden muy poco con la versión de los hechos suministrada por ETA en un comunicado en el que no alude a los acuerdos que España y Francia alcanzaron en octubre en la localidad de Perpiñán. 'Los enfrentamientos han sido involuntarios y fortuitos, contrarios a nuestra voluntad', asegura ETA al diario Gara. Después de lanzar su aviso a París -un gendarme en estado crítico; el otro, grave-, la organización terrorista vasca da marcha atrás; tácticamente, quiere escabullirse de la apuesta que ella misma ha lanzado: refugiarse en la ambigüedad para ahorrarse la reacción, consciente de que no ha llegado para ella el momento de abrir formalmente el frente francés.

La dirección de ETA está dando un paso, a la larga, trascendental: activar en Francia la espiral infernal de la acción-represión-acción
Ya tienen en Francia 'kale borroka', la estructura de KAS-Ekin, una revista, un diario, jóvenes y familiares de presos organizados y casos de extorsión económica
Documentos internos de ETA avalan que la banda terrorista ha propuesto a Iparretarrak que se reincorpore a la lucha violenta
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Por mucha que sea la paranoia y grande la sensación de acoso, cabe dudar de que la reacción de los comandos de ETA haya sido sólo instintiva. 'Ellos quieren matar a un policía francés, eso está claro; cualquiera que conozca a ETA sabe que esta sucesión de acciones tiene que contar con el visto bueno de la dirección', subrayan miembros de la judicatura y responsables policiales franceses.

De hecho, después de tres décadas de ininterrumpida presencia de ETA en suelo francés, existen pocos precedentes de un comportamiento similar, y ninguno de ellos equiparable: el tiro en la pierna a una agente de la PAF (Policía del Aire y de las Fronteras), que Pérez de Arenaza disparó hace 18 años en Hendaya cuando acababa de recoger los 725 millones del rescate pagado por el industrial Emiliano Revilla, y los disparos intimidatorios con los que un par de activistas se cubrieron la retirada, el 26 de mayo de 2000 en Burdeos, tras haber sido sorprendidos robando un coche.

'Ellos tienen documentos de identidad y pasaportes bien falsificados; saben que, salvo los especialistas destinados en el suroeste, pocos agentes están preparados para reconocer de un vistazo la falsificación. De hecho, están acostumbrados a pasar sin problemas los controles habituales de la Gendarmería. ¿Por qué disparar, y disparar a matar, cada vez que se tropiezan con un képi? (la gorra reglamentaria de los gendarmes), se interroga un alto cargo policial francés. 'Conviene no perder de vista', añade, 'que en las mentes de ETA hay una gran diferencia entre herir a una víctima y matarla. Esta vez querían matar, y en su espíritu lo han hecho ya, aunque esgriman ahora la coartada de la legítima defensa'.

Acuerdo de Perpiñán

Irene Stoller, la fiscal antiterrorista que acaba de jubilarse, se hace idéntica pregunta, y cree que la respuesta hay que buscarla en la radicalización que conlleva el progresivo debilitamiento de ETA. A su juicio, los acuerdos hispano-franceses de Perpiñán -que permiten la entrega temporal de los activistas de ETA a la justicia española y establecen la prioridad de los juzgados, españoles o franceses, que instruyen el delito más grave imputado al detenido- contribuyen a explicar este cambio de comportamiento, aunque tampoco agotan los móviles últimos. Es una opinión extendida en la policía francesa. 'Después de Perpiñán, ya no les sirve llevar una pistola para asegurarse de que van a ser juzgados en Francia y de que no van a ser entregados. El traslado de Kantauri para ser juzgado en España es un bombazo en ese mundo', indica un investigador.

Algunos de los expertos y también diversos políticos vasco-franceses creen que los ataques de estas semanas atrás responden también a algo más que al propósito de advertir a Francia de las consecuencias que entraña su progresiva implicación en la pelea. Asocian este cambio a un movimiento de fondo, hoy en gestación, vinculado al proyecto de colonización política, -contaminación lo llaman otras fuentes- del País Vasco francés. Piensan que con el incremento de los ataques de la kale borroka a viviendas de policías y los disparos a los gendarmes en los controles, la dirección de ETA está dando un paso, a la larga, trascendental: activar en suelo francés la espiral infernal de acción-represión-acción, que con tanto éxito ha practicado al otro lado de la frontera.

Curiosamente, ésta es una interpretación que comparte la revista vasco-francesa Enbata, identificada con Abertzaleen Batasuna (AB), la formación nacionalista mayoritaria y que en octubre último renunció a unirse a Batasuna. 'Nada importante se improvisa. La presión que Batasuna está desplegando por todas partes sobre Euskadi Norte, e incluso el cambio profundo que suponen las prácticas mortíferas de ETA en Bearn estaban ya en germen durante la primavera', escriben en su último número. Y añaden más adelante: 'Mientras Batasuna lanza en el País Vasco Norte su campaña de afiliación y prepara la asamblea de su Udalbiltza (órgano que agrupa a los ayuntamientos vasco-españoles de Batasuna con el propósito de financiar grupos y actividades del País Vasco francés), el mensaje ha quedado claro: la espiral acción-represión-acción va a ponerse en marcha en Iparralde (País Vasco francés), al igual que se ha hecho en el Sur'.

Aunque algunos de los entrevistados están convencidos de que la fecha del primer atentado formal de ETA en Francia no está tan lejana, casi nadie considera que esto pueda ocurrir de forma inminente. Todo es más solapado y sibilino, éste sería el principio de un proceso para el que ETA y sus organizaciones satélites están sentando las bases.

En cierta manera, el primer efecto del mecanismo de la acción-represión se ha visto ya en la respuesta que los gendarmes franceses ofrecieron el día 5 en Auch (Gers). Esta vez, los agentes no se dejaron sorprender e hirieron en el tiroteo a Iñaki Lizundia Álvarez, que fue apresado junto a los activistas que le acompañaban. 'Al contrario que la policía, la Gendarmería sí está autorizada por la ley para disparar contra aquellos que ignoren sus órdenes de alto, así que hay que contar con la posibilidad de que un miembro de ETA muera en un control. Tendrán entonces su primera víctima en Francia y la excusa para intervenir', apunta un miembro de la judicatura. De momento, las patrullas de gendarmes han sido reforzadas con un tercer agente y dotadas con armas largas y chalecos antibalas.

El impacto emocional es grande en el suroeste francés. Según fuentes policiales, la preocupación se refleja estos días en el aumento de las denuncias ciudadanas de los comportamientos sospechosos. 'La gente, en general, y nuestros propios agentes en la zona han descubierto, de repente, que ETA no es algo remoto, ajeno a nosotros', indica un cargo policial. Por paradójico que resulte, visto desde España, en los ambientes políticos, judiciales y policiales del departamento francés de los Pirineos Atlánticos aflora ahora la idea, cargada de negros presagios, de que 'ETA está pasando la frontera', pasando de España a Francia, se entiende.

Inquietud

La inquietud comienza a desplazar a la actitud de lejanía con la que la población del suroeste, no digamos nada del resto del Hexágono, ha contemplado tradicionalmente el asentamiento en su suelo de una organización terrorista. Es como si al acribillar a los gendarmes ETA hubiera rasgado el velo que, a uno y otro lado de la frontera, crea percepciones tan diferentes, como si la organización terrorista se hubiera hecho momentáneamente visible en el sur de Francia, como si hubiera cobrado cuerpo y proyectara también aquí, de repente, la misma sombra asesina que ensombrece el panorama del otro lado.

Hay temor, en efecto, a que el terrorismo vasco haya puesto en marcha, soterradamente, una dinámica de enfrentamiento paralela a la actual estrategia de la reunificación, 'un sólo país; una única lucha', que ETA, erigida en vanguardia del denominado MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco), diseñó durante su tregua.

Documentos internos de ETA avalan que esta organización ha propuesto a Iparretarrak (su homóloga vasco-francesa desmantelada hace 10 años y hoy convertida casi exclusivamente en referente político) reincorporarse a la lucha violenta. La oferta da la medida del cambio operado en estos últimos tiempos, puesto que la organización terrorista frenó durante años la actividad de Iparretarrak para poder asegurarse cierto grado de tolerancia e inhibición policial y judicial en suelo francés.

La tesis: primero, liberar Euskadi Sur; luego ya llegará la del Norte, argumentada desde el interés en no simultanear ambos frentes, ha dado paso a la estrategia de la reunificación en la lucha, aunque las diferencias culturales y políticas, las relaciones de fuerza y el alto grado de legitimidad social del Estado francés exijan atemperar el ritmo, adecuar los métodos y las formas, para evitar el suicidio político y militar.

Fuentes judiciales de París confirman, por otro lado, que durante su tregua la dirección de ETA sondeó en la cárcel al antiguo dirigente de Iparretarak (IK) Jean Gabriel Mouesca, hombre que goza de predicamento en los ambientes del nacionalismo vasco-francés, para saber si podía contar con él a su salida de la prisión. Según fuentes cercanas al interesado, el antiguo líder de Iparretarrak, actualmente en libertad, no ha contestado afirmativamente. 'Ha pasado 12 años en la cárcel y no está para nada', comentan esas fuentes. La respuesta de IK se encuentra quizá en la oposición reciente de los simpatizantes de IK militantes de Abertzaleen Batasuna a integrarse en Batasuna.

Expansión del MLNV

En poco más de un año, todas y cada una de las organizaciones que componen el denominado MLNV han asimilado bajo su mando las estructuras políticas, sindicales, asociativas, culturales y antirrepresivas paralelas del nacionalismo vasco-francés radical o construido su réplica cuando el intento asimilacionista ha fracasado.

Con la excepción de Abertzaleen Batasuna y de IK, grupo que, al contrario que ETA, nunca se ha erigido en vanguardia del movimiento político, el programa de la reunificación, completado el pasado domingo con la fusión de Gestoras y su equivalente vasco-francés, se ha desarrollado según el guión previsto. A la comunión de las juventudes respectivas para crear Segi (Continuar), se han sumado las de los colectivos de los familiares de los presos unificados en Etxerat, la implantación del sindicato LAB y todo el resto. Para su sorpresa, Batasuna se ha encontrado con que la mayoría de Abertzaleen Batasuna (AB) se ha negado a integrarse. Hay en esa actitud una clara resistencia a someterse a los dictados del otro lado, una defensa de las características culturales y políticas específicas del nacionalismo vasco-francés, un temor a la dinámica violenta, a la aceleración del proceso que viene del Sur, un rechazo también a la prepotencia y al despliegue de medios materiales, aperturas de sedes, campañas propagandísticas, etcétera.

A unos meses de las elecciones presidenciales y legislativas, la ofensiva política de Batasuna puede obligar a AB a abandonar por vez primera su actitud de inhibición formal -'ni condena ni apoyo'- ante la violencia de ETA para tratar de mantener su cota electoral. El conjunto del nacionalismo vasco no supera el 10% de los votos en una población de 260.000 habitantes. En su ambiciosa apuesta, el MLNV ha llegado incluso a editar en Francia el diario Le Journal du Pays Basque, el primero en obtener de ETA la reivindicación del atentado que acabó con la vida de dos ertzainas en Beasain. Ese periódico, en cuyo capital participa Gara, vende, según sus editores, 3.000 ejemplares diarios, cifra que otras fuentes reducen a menos de mil.

Ya en el zutabe (publicación interna de ETA) correspondiente a diciembre de 2000, la organización terrorista criticó severamente a IK por su resistencia a aceptar la 'estructuración del conjunto de Euskal Herria' y su disposición a asumir la reivindicación del departamento vasco-francés. 'Se ve bastante claro que IK y algunos otros abertzales pretenden impulsar un proceso de construcción nacional con derecho de veto para Lapurdi, Baxenafarroa y Zuberoa [tres regiones que componen el País Vasco francés] (...) 'Se trata de un error de grandes dimensiones y consecuencias (...) Estamos en un momento en el que existen posibilidades y capacidad para dar pasos decisivos para que la reunificación de nuestro pueblo se convierta en realidad. Y todos los abertzales, desde el Atturi hasta el Ebro, tienen que colaborar e implicarse en la tarea (...) Tenemos que pensar y actuar como pueblo, construir estructuras nacionales y desarrollarlas. Romper con las migajas de gestión cedidas por España y no empezar a pedir ahora a Francia cualquier cosa. (...) Hay que terminar con los insultos cuasi xenófobos, como bestalde (en euskera, el otro lado) o gabatxo, y con los regionalismos vasco-español y vasco-francés (...) No hay que aceptar las instituciones que nos dividen, y mucho menos reivindicar otras parecidas (...) La construcción nacional no es sino el primer paso de un largo camino', escribió la dirección de ETA.

Sin dejar de subrayar que el nacionalismo importando del Sur va a encontrar a ese lado de la frontera grandes dificultades para su implantación, dirigentes de la derecha y la izquierda francesas coinciden con militantes de AB en señalar que el panorama no se presenta muy alentador. 'Tienen ya aquí la kale borroka, la estructura de KAS-Ekin, la revista de denuncia Kale Gorria y un periódico, disponen de jóvenes y familiares de presos organizados en el radicalismo, han empezado con la extorsión económica -caso del futbolista de la selección francesa Bixente Lizarazu-, cuentan con mucho dinero y están abriendo locales y sedes de Batasuna. Han puesto en juego todos los elementos necesarios para reproducir aquí la situación, para aplicar eso que llaman la complementariedad de las luchas', indica un responsable policial francés. 'Tras los ataques a las viviendas de policías y los disparos a los gendarmes, a ETA únicamente le falta ya', añade, 'subir el tercer escaño, que significaría el atentado directo en Francia'.

Un grupo de encapuchados bloquea una calle de Bayona durante la cumbre informal de la Unión Europea en Biarritz.
Un grupo de encapuchados bloquea una calle de Bayona durante la cumbre informal de la Unión Europea en Biarritz.EPA

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