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Los grupos afganos sellan en Bonn un Gobierno provisional para la transición

El líder pastún Hamid Karzai, jefe provisional del Gobierno de Afganistán según el acuerdo al que se llegó ayer en la Conferencia de Bonn, recibió la noticia de su nombramiento a una veintena de kilómetros de Kandahar, el centro de la resistencia de lo que queda del régimen talibán. Karzai está tan cerca del frente que ayer casi fue alcanzado por fuego amigo, una bomba norteamericana lanzada por un B-52 que accidentalmente mató a tres soldados de EE UU e hirió a una veintena. El Pentágono alertó en un primer momento sobre la posibilidad de que Karzai hubiera resultado herido leve, pero el dirigente pastún -un hombre de confianza de Washington y de fidelidad monárquica- aclaró a un canal británico de televisión que se encontraba bien. Karzai aseguró ayer que los líderes talibanes pueden tener un papel en el futuro Gobierno si así lo decide el pueblo afgano. Los 'terroristas extranjeros', sin embargo, deben ser expulsados, aseguró desde el sur de Afganistán.

En Bonn, y después de nueve días de negociaciones, los grupos afganos consiguieron aprobar un marco político para la transición. El acuerdo, que entrará en vigor el próximo día 22, prevé la formación de un Gobierno provisional dirigido por Karzai en el que la Alianza del Norte se reserva los puestos clave y que contará con la presencia de dos mujeres en un equipo de 30. El mandato es de seis meses, hasta la celebración de la asamblea tribal que formará la nueva Administración, elaborará una Constitución y preparará las elecciones.

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