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Entrevista:GEMMA CALVET | Directora de Drogodependencias

'Euskadi no puede quedar atrás en proyectos como dispensar heroína'

La nueva directora de Drogodependencias del Gobierno vasco, Gemma Calvet (Barcelona, 1966), afronta el cargo con cuatro ideas claras: integrar al drogodependiente en la sociedad en igualdad de condiciones que cualquier ciudadano, optimizar los recursos de las administraciones, trabajo en equipo de los poderes públicos y las ONG y no permitir que Euskadi se quede atrás en la aplicación de la política de reducción de daños, con proyectos como la dispensación de heroína bajo control médico y la apertura de narcosalas. Esta abogada catalana, con una dilatada experiencia en el trabajo con asociaciones que tratan de rehabilitar a los drogadictos, huye de la política y resalta su carácter técnico. 'He venido a hacer un trabajo técnico', asegura.

'Hay que pensar que los consumidores de alcohol y tabaco están plenamente integrados'

Pregunta. Tradicionalmente, la estrategia sobre la droga se ha abordado desde el ámbito sanitario y de la penalización. ¿Qué piensa hacer usted?

Respuesta. Aplicar esas dos direcciones ha conllevado que en muchos casos el drogodependiente se asocie a delincuente o a una patología. Hay que humanizar el trabajo en torno a la droga y considerar al consumidor como persona. Se debe transmitir un mensaje a la sociedad de que hay que incorporar el fenómeno de la droga como si de cualquier otro ámbito se tratara. Desde la Administración hay que profundizar en una línea de humanización, de coherencia y desde una perspectiva de utilidad social. Esto incorpora elementos nuevos a tener en cuenta, como las salas de consumo higiénico o programas de dispensación de heroína. No se trata tanto de intervenir desde una opción ideológica, sino con un sentido de eficacia desde el punto de vista de utilidad social. Esto no implica que no se combata la adicción a las drogas y lo que genera.

P. ¿Se trataría de aplicar una política similar a la que desarrolla Holanda?

R. Exactamente. Europa tiene que servir para que en el ámbito de las drogas se puedan consensuar intervenciones en la línea de los países más avanzados. Políticamente se puede trabajar en un marco europeo para consolidar la línea de intervención que parte de la incorporación de la droga a la realidad social y pasa por cuestionar los discursos prohibicionistas. El objetivo tiene que ser incorporar al consumidor de drogas a la sociedad. Hay que pensar que los consumidores de alcohol y tabaco están plenamente integrados. Por lo tanto, hay que abordar el fenómeno marginal del consumo de drogas, como la heroína, de la misma manera.

P. ¿Ha tomado una decisión el Gobierno sobre la conveniencia de abrir narcosalas y dispensar heroína con control médico?

R. Lo primero es ver qué mapa de recursos existe en Euskadi, conocer la demanda, el perfil del consumidor abusivo de drogas y saber por qué no responden al tratamiento con metadona. Una vez que conozcamos la problemática y los recursos existentes haremos una planificación y si es preciso se complementarán los recursos que ya hay con salas de consumo y con programas de dispensación de heroína.

P. ¿Ha conseguido superar las reticencias de Sanidad?

R. Se ha abierto una nueva vía de colaboración entre Sanidad y Drogodependencias. Sanidad ha tenido una actitud abierta a nuestros planteamientos. Lo que les he planteado es desarrollar una política seria y planificada y les he visto dispuestos a participar en esa filosofía de trabajo. Nos hemos comprometido a crear una comisión mixta para valorar la necesidad de llevar a cabo el ensayo. Y si vemos que es necesario, existe voluntad de las dos partes para realizarlo. Euskadi no puede quedarse atrás en este tipo de tratamientos, al igual que en la creación de salas de consumo higiénico-sanitario. En muchas cuestiones sociales es un país muy avanzado y en este tema no puede quedar rezagado. Tiene que estar a la altura de las intervenciones que se están llevando a cabo en Europa y de los planteamientos que otras comunidades están desarrollando. No se trata de dispensar heroína para alardear de que Euskadi está al día, sino que hay que hacerlo de una manera rigurosa.

P. ¿Usted cree que la sociedad vasca está preparada para este tipo de experiencias?

R. Sí. Lo que no hay que hacer es dotar de recursos marginales a los barrios que ya son marginales de por sí. Es preciso hacer un planteamiento de utilidad social en el barrio y que los vecinos perciban que la realidad local mejora con un recurso que afronta la marginalidad. Hoy una sala de consumo higiénico tiene que estar integrada en un recurso de atención integral al drogodependiente, dotado de todo tipo de servicios asistenciales. En Suiza así se ha hecho y los resultados son positivos.

P. Pero Suiza está muy bien dotada en ese tipo de servicios. ¿No complica eso extrapolar la experiencia a países con menos posibilidades asistenciales?

R. No es el caso de Euskadi, porque esta comunidad sí cuenta con esos servicios. Lo único que hay que hacer es coordinarse bien y optimizar lo que existe.

Gemma Calvet, en la sede del Gobierno en Lakua.
Gemma Calvet, en la sede del Gobierno en Lakua.JOSUNE MARTÍNEZ DE ALBÉNIZ

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