'El oficio de escribir poesía, como cualquier otro, es vivir felizmente'

Una reunión en torno a un recital de poesía puso en marcha la idea de recopilar los poemas escritos por Javier Elorrieta (Sestao, 1948) desde que era un adolescente de 17 años y se atrevía a escribir de sí mismo 'soy un proyecto de firma, una esperanza en mí'. Los poemas ya publicados en Guerras y cantos e Intento de suma pasión y los que han permanecido sin ver la luz conforman ahora el libro Del tiempo y el retorno (Poesía reunida, 1967-2000), de Editorial Límite, que a través de casi 300 páginas descubre la línea trazada por Elorrieta a lo largo de 30 años de poesía.

Sólo han quedado fuera de Del tiempo y el retorno, los poemas perdidos en los años en que no pensaba llegar a publicarlos. 'Me duelen los poemas que he perdido en tiempos de cárcel y exilio, en un trajín de ir y venir en una vida bastante quebrada en su fluir', recuerda.

'Ahora, si quiero un desahogo, denuncio la falta de libertad desde la opinión'

La poesía de Elorrieta se presenta en orden cronológico, 'en ese recipiente que es el libro'. Con él en la mano, el autor reconoce la satisfacción que le causa ver el trabajo de tantos años reunido y 'ese bien intangible', dice, de saber que servirá para atraer a 'nuevas personas alrededor de la poesía'.

'A veces da un cierto pudor ver lo que has escrito con 17 años, pero la relectura me parece bastante interesante', añade Elorrieta. 'La distancia, el tiempo, te hace valorar de otra manera los poemas relacionados con la militancia, en una juventud bastante enfrascada en valores que tenían un valor humano mucho mayor que la posible épica que puede haber hoy en valores negativos, fundamentalistas y fanáticos'.

Su dedicación a la poesía a lo largo de su vida marca una trayectoria discontinua. 'Soy un esforzado a ratitos, una persona inconstante. He pasado temporadas sin escribir poemas y acabas dándote cuenta de que por lo que más se lamenta la persona es por la omisión. Uno se puede arrepentir de lo que ha hecho, pero nos lamentamos más por lo que pudimos hacer y no hemos hecho', explica. 'Yo creo que el oficio de escribir poesía, como cualquier otro, es vivir felizmente'

Los viejos poemas de finales de los años sesenta y principios de los setenta -una poesía de 'rompe y rasga, enemiga del devaneo verbal y de la rimbombancia', según indica Jon Juaristi en un escrito incluido en Del tiempo y el retorno- traen a Elorrieta los recuerdos de la juventud. 'Se hizo una militancia que favorecía muy poco guardar parcelas personales de felicidad. Estabamos rodeados de prejuicios; era una concepción ideológica que llegaba a considerar burgués ser feliz', rememora. 'Era un misticismo de brochazos gordos, bastante torpe para alcanzar la felicidad'.

Tras publicar Guerras y canto, allá por el año 1978, Elorrieta estaba convencido de que se había cerrado un época de luchar por la libertad y escribió entonces que por fin había llegado el momento de 'torear a capotazos de desdén y sonrisa'. La poesía de Elorrieta entró en los terrenos de la temática amorosa, con gran carga pasional, la amistad y en el contacto con el entorno geográfico de la Margen Izquierda, donde nació y ha vivido durante muchos años.

'Tengo el concepto de que la poesía es un género literario como otro cualquiera que me sirve para tratar desde una descripción anímica a un paisaje, desde el amor o la muerte a la cosa más intrascendente'.

En los últimos años, Elorrieta se ha resistido a llevar a sus poemas las reflexiones sobre la situación política con la vehemencia con que lo hizo en sus años de juventud. 'Nos queda pendiente la libertad', piensa en voz alta. 'Creía que llegarían tiempos en los que acercarse a esos temas desde una postura más sosegada'. Y vuelca su visión en artículos periodísticos. 'Ahora, si quiero un desahogo, escribo artículos. Fustigo a patriotas y denuncio la falta de libertad desde la opinión directa'.

La poesía ha quedado por el momento relegada a un segundo plano y Elorrieta en esa realación esforzada e inconstante con la literatura se concentra estos meses en retocar sus relatos breves, que publicará a principios del año próximo.