Los grupos civiles ven la ley antiterrorista de Bush como una amenaza a Internet
'Vamos a perseguir el terrorismo en Internet, vamos a abrir sus correos electrónicos antes de que ellos lo hagan, a escuchar sus mensajes telefónicos'. Esta contudente advertencia del fiscal general de Estados Unidos, John Ashcroft, es una muestra del espíritu de la ley antiterrorista, la USA Patriot Act of 2001 aprobada hace una semana por el Congreso estadounidense.
Pese a que el presidente George W. Bush afirmó que la nueva legislación respeta los derechos civiles, no consiguió acallar las críticas. Ante una ley que intuyen amenazadora, varias organizaciones han advertido de que velarán para que la Ley Patriótica no aproveche la investigación antiterrorista para violar de forma gratuita la privacidad de las personas. Así lo afirma el grupo por los derechos civiles American Civil Liberties Union.
Según el Centro para la Democracia y la Tecnología (CDT), el paquete de medidas aprobadas desactiva las protecciones de privacidad en las comunicaciones. La organización Privacidad Internacional (PI) explica en su web que la ley amplía el uso de las escuchas telefónicas y del sistema de rastreo electrónico Carnívoro y convierte a los hackers en ciberterroristas. La nueva ley tipifica el ciberterrorismo cuando los ataques informáticos supongan pérdidas superiores a 5.000 dólares. Los hackers pueden sufrir condenas de entre cinco y 20 años. La Fundación Fronteras Electrónicas ha condenado la legislación por la rapidez en que se ha aprobado. Los reparos no faltan en la propia clase política. El senador demócrata Russ Feingold, el único que votó en contra, considera que ésta 'no equilibra los poderes otorgados a los órganos policiales y a las libertades civiles'.
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