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Reportaje:FÚTBOL | Una profesión en problemas

El árbitro, en peligro de extinción

Fuerte descenso del número de colegiados en España mientras aumenta el de equipos y partidos

¿Son los árbitros una especie en peligro de extinción en España? A tenor de lo que dicen las cifras, ésa es al menos la tendencia en las últimas temporadas, en las que el número de colegiados ha descendido mientras que el de equipos federados y el de partidos ha aumentado considerablemente.

Catorce de los 18 colegios arbitrales que hay en España han sufrido este curso una disminución del número de árbitros respecto a la temporada pasada. Sólo cuatro, el tinerfeño, el andaluz, el valenciano y el balear, han mejorado su situación, gracias a fórmulas imaginativas de captación o fuertes inversiones económicas.

En total, 451 árbitros han guardado las tarjetas en la mochila. Dejan el arbitraje por diferentes causas. Están cansados del sacrificio y de la disciplina, hartos de los insultos y los malos modos o decepcionados porque no suben de categoría. Falta vocación y más seguridad en los campos, no hay compensación económica y los jóvenes buscan otras distracciones.

'¿Que si hay escasez de árbitros? Total, absoluta y galopante', comenta Javier Lorente, el presidente del colegio navarro. 'Esto pinta mal. Nos hemos gastado un dineral en cursillos, hemos hecho cuñas de radio y pegado carteles en dos universidades y 75 institutos ¡y sólo han venido cinco! Tenemos que devolver los partidos porque no hay árbitros y han de pitar los propios equipos, con los problemas que eso supone', explica.

El descenso se explica por varias causas. 'No hay vocación. Ningún niño pide a los Reyes un traje de árbitro, pero sí de Raúl', comenta Rafael Díaz, el presidente del colegio cántabro. 'Llevo 30 años en esto y es cierto que no hay vocación. Los árbitros no tenemos una buena imagen', comenta Antonio Jesús López Nieto, colegiado internacional. 'Hay que revender la imagen del árbitro. Se ha deteriorado mucho en los últimos años', añade Manuel Díaz Vega, director del Comité Técnico de Árbitros.

Saturación y padres

Otro motivo es la saturación de partidos a la que han de hacer frente los colegiados. Al haber pocos, cada uno ha de pitar cada fin de semana hasta siete encuentros en algunos casos. 'Esto es un círculo vicioso. Las competiciones aumentan. Cada árbitro ha de pitar más, se cansa, tiene impedimentos familiares, la mujer o la novia se quejan y... deja de arbitrar', reflexiona Oliver Menéndez, administrativo del colegio asturiano, en el que algunos equipos han tenido que darse de baja debido a la falta de colegiados. En el madrileño, el que más árbitros ha perdido esta temporada respecto a la anterior (138), se juegan unos 1.300 partidos cada fin de semana.

Y luego, claro, está la presión, algo inherente a la profesión. 'Hay chicos que pitan a sus compañeros de clase, a los que han de ver el lunes en el colegio y aguantar que les digan 'mira, ése es el hijo de p... que nos pitó', argumenta Abraham González, secretario del colegio tinerfeño. 'Si a los árbitros se les tratara como a los futbolistas no habría problemas arbitrales en España', dice el presidente cántabro, Rafael Díaz. 'Si no facilitamos la labor al árbitro, nos quedaremos sin fútbol', afirma, tajante, su colega vasco, Roberto Isturiz.

Muchos coinciden en señalar a uno de los mayores culpables de esta situación: los padres de los futbolistas, defensores a ultranza de las cualidades de sus hijos. 'Todos los padres se piensan que su hijo es Maradona o Butragueño. Aquí hay barrios marginales a los que da miedo ir y, cuando la policía no está, los padres insultan al árbitro. El ejemplo para sus hijos es malísimo: el niño ve a su padre, se crece y hace lo mismo', dice Alfredo Gómez, secretario del colegio extremeño.

'Los padres son los primeros que, en vez de enseñar, increpan al árbitro porque se creen que sus hijos son figuras', añade el presidente balear, José Doménech. 'Hay padres que incluso gritan e insultan a los propios niños. El árbitro se siente un incomprendido porque lo tiene todo en contra y pierde la confianza en sí mismo', afirma Bernardo González, secretario del colegio madrileño.

Italia, tres veces más

¿Qué soluciones se atisban? Hace dos semanas, todos los presidentes de los colegios arbitrales se reunieron en Madrid con Díaz Vega, director del Comité Técnico, y José María García Aranda, director de la Escuela Nacional de Árbitros, creada recientemente para fomentar el arbitraje en España. Sobre la mesa, una demanda: se necesitan árbitros con urgencia. Se propuso una campaña de captación a escala nacional, con programas y anuncios en las televisiones públicas, y se solicitó ayuda a las federaciones autonómicas.

La carencia de árbitros en España no es, sin embargo, un mal endémico en Europa. En Suiza, por ejemplo, un país con mucha menos tradición futbolística, el número de colegiados es mayor. Bélgica llega a las mismas cifras que España mientras que Italia tiene el triple de árbitros y Alemania cuatro veces más.

'En Italia es tan difícil pitar como en España, pero aquí han fallado las estructuras tanto en lo que se refiere a la captación de los árbitros como al cuidado. Si a un árbitro joven no se le trata bien, lo deja, y el principio en el arbitraje es algo muy cruel', explica Díaz Vega. 'No hay unión entre el árbitro de élite y el colegio base y, a corto plazo, no veo ninguna solución a esto', añade López Nieto. En su caso, habla la experiencia: 'Si mi hijo me dice que quiere ser árbitro, le digo que no'.

Anuncios, regalos e inmigrantes

¿Cómo se convence a alguien para que se haga árbitro? Mediante cursillos, anuncios en la prensa y la radio, carteles en los colegios... 'Hacemos de todo. Ya sólo nos queda ir casa por casa', dice Rafael Díaz, el presidente del colegio cántabro. La tarea es difícil y se recurre a imaginativas fórmulas. El colegio balear, por ejemplo, ha sumado 50 árbitros gracias a un reportaje en las televisiones locales: cuatro colegiados, vestidos de calle, contaban su experiencia. Una inversión de más de dos millones de pesetas que ha dado sus frutos. Turienzo Álvarez y Rodríguez Santiago, árbitros de Primera, también salieron por la pequeña pantalla en Castilla y León. Fueron los estandartes de una campaña en la que se regalaron pegatinas, gorras y llaveros con el lema ¿Quién ve el fútbol más de cerca? ¡Ahora puedes ser tú! Algo parecido a lo que utilizó el colegio cántabro, que emitió cuñas radiofónicas con esta sugerencia: 'Si te gusta el fútbol, no te quedes en la grada. Baja al césped'. En Valencia, bajo una foto de los capitanes antes de un partido, con el árbitro entre ellos, figuraba la sugerencia: '¡Tú también puedes ser el del centro. Hazte árbitro!'. En Cataluña se ofrece la posibilidad de jugar hasta en Segunda Regional y arbitrar a la vez y se ha emitido un reportaje en la televisión. En Ceuta se buscan árbitros entre las asociaciones de vecinos. En Aragón se ha creado una página de Internet en la que los colegiados se pueden inscribir y utilizar el correo electrónico. En Andalucía se regala ropa y material deportivo a quienes se apuntan. Y en Navarra, en el colmo de la originalidad, se ha hecho una campaña de captación entre los inmigrantes, aunque, como dice el presidente del colegio, Javier Lorente, 'el problema siempre son los papeles'.

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