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GENTE

RECORDANDO A LA CELESTINA

La actriz Amparo Rivelles ha confesado que ha puesto a su residencia de descanso de Marugán (Segovia) el nombre de La Celes en recuerdo a la obra de Fernando de Rojas sobre los amores de Calixto y Melibea, con cuyo personaje cumplió sus bodas de oro en el mundo del teatro, en 1988, en una adaptación de Torrente Ballester, bajo la dirección de Adolfo Marsillach, junto con la Compañía de Teatro Clásico. A esta segunda vivienda tenía previsto haberle dedicado un 'año sabático', después de 63 en escena, pero le ofrecieron interpretar Paseando a miss Daisy, cuya adaptación al cine, dirigida por Bruce Beresford y protagonizada por Jessica Tandy y Morgan Freeman, fue la triunfadora de los Oscar de Hollywood de 1990. Junto al director Luis Olmos, la productora Concha Busto y a sus compañeros de reparto Ildefonso Tamayo y Mario Vedoya, la actriz, que ahora encarna a una anciana sureña y cascarrabias a quien le imponen un chófer negro, recibió el homenaje de la Diputación de Segovia, adonde se encuentra de gira con la compañía. El presidente de la institución, Atilano Soto -que utilizó piropos como 'mágica estrella' y 'señora de la escena'-, junto con el diputado de Cultura, Miguel Ángel de Vicente, entregó a la actriz una réplica reducida de la escultura de Aniceto Marinas Hermanos de leche, que, a juicio de los políticos, representa a la perfección la función asistencial de las diputaciones.

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