La última perla amarilla
Sus dos goles de la última jornada avalana Rubén, jugador de la UD Las Palmas, como revelación de la temporada
Rubén, jugador de la UD Las Palmas, tiene 20 años. Es el tercero de la saga de los Castro y el segundo delantero del barrio de La Isleta que le marca un gol al Real Madrid en estos dos años -el anterior fue Guayre-. Rubén es, sin duda, el último descubrimiento de la fecunda cantera grancanaria.
Sus dos goles a Iker Casillas trasladan a Madrid una crisis histórica de resultados y recupera para la UD Las Palmas unos años de esplendor que hasta ahora sólo eran recuerdos de los nostálgicos. Hace 24 años se repitió este resultado.
Para retornar a esa época gloriosa quienes dirigen el club amarillo han dado un rodeo. Confiaron el regreso a Primera División a una lista de innumerables jugadores foráneos que apenas dieron la talla. Ante la evidencia del fracaso, tanto económico como deportivo, se volvió la vista a la cantera. Cuatro generaciones de jugadores canarios se quedaron en el camino.
Rubén es hermano del defensa Guillermo, hoy en las filas del Elche, y del centrocampista Álex, en el primer equipo amarillo, pero con pocas posibilidades de jugar a tenor de lo que ha manifestado el entrenador Fernando Vázquez.
Los Castro residen en la Isleta, el popular barrio de Las Palmas, cercano a la playa de Las Canteras. En esta barriada vivió Guayre hasta su marcha al Villarreal. Ahora Rubén consuela con sus goles la marcha de su vecino.
Los dos tantos que encajó Iker Casillas no son fruto de la casualidad. Rubén debutó en Primera División la temporada pasada, pero Sergio Kresic confiaba más en Guayre, Oulare, Orlando o Eloy y sólo le ofreció unos minutos testimoniales.
Su debú esta temporada se produjo en Mestalla. Sólo jugó 10 minutos, pero suficientes para recortar en carrera ante Pellegrino, que hincó la rodilla en el césped, y disparar en busca del segundo palo de la portería de Cañizares. El partido iba 1-0. Mestalla enmudeció. Se dieron cuenta de que en el campo había un jugador que simplifica el juego, que desenreda el fútbol en una zona donde casi todos se enredan.
En su primer gol ante el Madrid recibió del también grancanario Alberto un servicio de fantasía. Metió la pelota en el área atravesando un bosque de medias blancas y surgió la jugada. Rubén exhibió una de sus principales virtudes: la velocidad. La puntilla junto a la cepa del poste sacó a relucir otra: la valentía. La puntera de su pierna izquierda tocó lo justo para que la pelota entrara sin que su cuerpo chocara con el palo.
El segundo tanto dibuja otro trazo de lo que es Rubén. Decide tan rápido como corre. Recibió de Tevenet, la acomodó con el pecho y proyectó una ajustada vaselina que hizo inútil la marcha atrás de Iker Casillas. Y nace una nueva estrella que se une a Guayre, a Jorge -autor el miércoles del segundo gol y del 0-2 contra el Mallorca en la primera jornada- y a Ángel, el jugador polivalente por excelencia del equipo.
La cantera amarilla despunta más estrellas. Alberto y Carmelo. Uno dio el pase del 3-2 contra el Madrid. El otro marcó el 0-3 en Son Moix
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