La reunión euro-magrebí se abre con la idea de 'despoetizar y politizar el Mediterráneo'

Primera sesión del Círculo del Mediterráneo, ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, por la mañana ante la prensa y por la tarde ante un atestado auditorio de más de 300 personas, y con la fecha del 11 de septiembre sobrevolando inevitable. Escritores, juristas, pensadores y artistas europeos y magrebíes se reúnen en debate ciudadano, dice la organizadora y moderadora Carmen Romero, para alentar 'la utopía de una vida más rica en el Mediterráneo' y destacar 'la cultura común, las confluencias sobre los conflictos, los deseos sobre los recelos'. Entre los asistentes, se encontraba el ex p...

Primera sesión del Círculo del Mediterráneo, ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, por la mañana ante la prensa y por la tarde ante un atestado auditorio de más de 300 personas, y con la fecha del 11 de septiembre sobrevolando inevitable. Escritores, juristas, pensadores y artistas europeos y magrebíes se reúnen en debate ciudadano, dice la organizadora y moderadora Carmen Romero, para alentar 'la utopía de una vida más rica en el Mediterráneo' y destacar 'la cultura común, las confluencias sobre los conflictos, los deseos sobre los recelos'. Entre los asistentes, se encontraba el ex presidente del Gobierno Felipe González.

La primera mesa, larga y participativa, con la brillante intervención del novelista y dramaturgo argelino Mohamed Kacimi (1955), que empezó poniendo en en duda el título del encuentro, Círculo del Mediterráneo. 'El círculo es una figura que seduce por la ausencia de ruptura', dijo. 'Pero la palabra Mediterráneo me da miedo. Es una trampa poética. Nos recuerda al sol, Atenas, la eternidad. Y nos hace olvidar los conflictos. Es como un tanga que sirve para ocultar el sexo y las miserias. Es poético, y la poesía disuelve la realidad'.

Kacimi continuó: 'Los árabes llaman a ese espacio 'el mar blanco que está en el centro', una imagen muy bella que habla de una virgen que está en algún lugar. Pero deberíamos empezar a despoetizar el Mediterráneo. Nosotros también sacamos el comodín 'Andalucía' en cuanto nos enfrentamos con una cerrazón de nuestra cultura. Consideramos 'Andalucía' un orgasmo de civilización, y no es cierto. Fueron siete siglos de cultura, sí, pero también de conflictos entre árabes y bereberes, y de integrismo. No fue una edad de oro sin violencia. Mejor tratemos de conjugar la poesía de la palabra y lo prosaico de la realidad'.

Manuel Vázquez Montalbán se centró en la actualidad, y denunció la 'simplificación total' auspiciada 'por los medios y la derecha' tras los ataques terroristas, 'estilo batalla de Lepanto mezclada con James Bond'. Luego dijo: 'Saber las causas implica encontrar culpables. Y la causa es la permanente agresión del Norte al Sur, y saber que cuando un terrorista consigue ser estadista puede lograr incluso el Nobel de la Paz'.

Jorge Semprún recogió ambos guantes. Propuso 'despoetizar el Mediterráneo y a la vez politizarlo, sin permitir que sea, ante todo, Mare Nostrum, porque esa idea implica dominación'.

Y en cuanto a las palabras de Vázquez Montalbán, dijo: 'Claro que hay matices en la palabra terrorista. Si no, yo también sería un terrorista, porque he sido ministro y eso que los nazis llamaban terrorista. Pero terrorista es aquel que quiere imponer un objetivo nacional totalitario, no el que trata de restablecer la palabra pública'.