Bush anuncia que agentes armados viajarán en los vuelos de EE UU

El presidente de Estados Unidos, George Bush, presentó ayer un plan de choque para devolver la confianza a los pasajeros e impedir nuevos secuestros. En un simbólico discurso pronunciado en el aeropuerto de O'Hare de Chicago, uno de los mayores del mundo, Bush dibujó las líneas de la gran reforma que tendrá que acometer la industria aeronáutica y las fuerzas de seguridad del país: la cabina de los pilotos estará blindada y separada de los pasajeros por una puerta, los aviones podrán dirigirse por control remoto en caso de secuestro, habrá vigilantes armados en la mayoría de los vuelos y serán agentes federales los que vigilen la seguridad de los aeropuertos. El presidente de Estados Unidos no es partidario de que los pilotos vayan armados.

Su plan, que deberá ser sometido al Congreso en lo que se avecina como un duro enfrentamiento entre demócratas y republicanos, incluye partidas concretas para acometer algunos de los cambios. Sólo para el blindaje de cabinas, Bush anunció que se destinarán más de 90.000 millones de pesetas. El presidente dio instrucciones a los gobernadores para que 4.000 miembros de la Guardia Nacional controlen y vigilen los 420 aeropuertos del país. Los pilotos españoles, según portavoces del SEPLA, se oponen también a portar armas en los aviones.

Por otra parte, la policía española divulgó ayer numerosos datos sobre el grupo vinculado a Osama Bin Laden, supuesto cerebro de los atentados contra EE UU. Uno de los seis detenidos se estaba preparando para convertirse en terrorista suicida y sólo esperaba órdenes para actuar, según reflejó en su diario. El objetivo era una sinagoga o el Cuartel General de la OTAN, fuera de España.