Nueva York sigue en la depresión
Empresarios y productores negocian un recorte salarial del 30% ante la crisis que vive BroadwayHoteles, teatros y restaurantes, casi vacíos diez días después del ataque
La ciudad sigue bajo la depresión. Escasos turistas, además sin ganas de divertirse, y una lluvia de cancelaciones en hoteles y teatros son la receta para el desastre en un sector, el turístico, que da empleo a 280.000 personas en Nueva York.
Las aerolíneas han sido las empresas más perjudicadas por el impacto de los atentados del pasado día 11, con pérdidas billonarias y la previsión de al menos 100.000 despidos en todo el país. Pero esta situación de crisis se ha extendido por el sector de ocio y turismo de Estados Unidos, y de forma muy especial las calles de Nueva York, donde los hoteles, los teatros, los restaurantes y las tiendas aparecen semivacíos.
La industria hotelera calcula que el nivel de ocupación medio está ahora entre un 10% y un 30%, cuando otros años por estas fechas tiene llenas el 75% de sus plazas. Eso significa grandes pérdidas para el sector, dado que, según Ruben P. Schwarte, directivo del hotel Warwick, 'para lograr beneficios se requiere de un 40% a un 50% de ocupación'.
Empresarios y productores negocian un recorte salarial del 30% ante la crisis que vive Broadway
El Consejo de la Industria Hotelera, que agrupa varios sindicatos del sector, calcula que 30.000 personas perderán su empleo. Muchos hoteles esperaban que el cuarto trimestre del año compensara el declive causado por la desaceleración económica y la reducción de los gastos de viaje de las empresas. Además se han cancelado o aplazado multitud de convenciones y congresos. Las Naciones Unidas también han retrasado dos semanas su Asamblea General. La reunión atrae a varios miles de dirigentes políticos de todo el mundo, con lo que esto significa para la industria.
'Calculo que, si no pasa nada más, volveremos a la normalidad en marzo. Pero, entretanto, en este hotel vamos a experimentar una reducción en los ingresos del 30% en relación con el año pasado', dice Schwarte. 'La gente no tiene ganas de divertirse. Va a haber 6.000 funerales. La gran mayoría se queda en casa mirando la televisión'.
Algunos hoteles, sin embargo, se han llenado como consecuencia de los atentados. Se han cedido hasta 25.000, de las 70.000 habitaciones que ofrece Manhattan, a las personas que han sido desplazadas. El Sheraton de la Séptima Avenida se ha convertido en la nueva sede de Lehman Brothers, banco de inversiones que ocupaba el piso 40 de la torre norte de las Gemelas.
En Times Square, habitualmente bulliciosa por ser la zona donde se concentran los teatros, hay paseantes, pero están lejos de las hordas habituales. Los restaurantes del área también se ven desangelados, a pesar de estar lejos del epicentro del desastre. En el Artusi, en la calle 54, una hilera de camareros mira al exterior desde sus salones desiertos a la hora en que en un día normal habría comensales.
'Hoy han pasado por aquí 13 personas, casi todas locales. Normalmente tenemos entre 1.700 y 2.000 visitantes', dice Luis Febus desde su puesto de la oficina de turismo en la estación Central neoyorquina.
La situación se pinta tan dura que el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, prometió estudiar la posibilidad de 'una ayuda transitoria' para los restaurantes y teatros de Broadway mientras 'la gente no se sienta con ganas de ir a ver un espectáculo o a un restaurante'. Espectáculos tan populares como Rent, Los miserables o El fantasma de la ópera tienen previsto suspender sus funciones el próximo domingo ante la escasez de turistas. Las taquillas han perdido un 80% de su recaudación habitual. Empresarios y productores negocian con los sindicatos un recorte salarial del 30% para superar el bache. En el terreno musical, el Lincoln Center ha cancelado un recital centrado en Rachmaninoff. Un tributo a John Lennon programado para ayer en la sala de conciertos de Radio City también se suspendió.
El abatimiento no se registra sólo en Nueva York. Este fin de semana iba a celebrarse en Las Vegas una convención de especialistas en óptica que ha sido cancelada. El número de participantes previsto era de 18.000 personas. En otros centros turísticos como Disney World o Nueva Orleans, donde las aglomeraciones son nota habitual, los visitantes pueden moverse a su antojo estos días. Las cancelaciones llegan hasta Hawai, donde playas, restaurantes y hoteles tienen un 50% menos de turistas que el pasado año por estas fechas.
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