N-340
España, 22 de agosto de 2001. Me dispongo a emprender viaje en mi automóvil desde Algeciras hasta Córdoba por la N-340, a las 18.08. A las 18.37 llego a San Roque, kilómetro 25 de mi trayecto. A las 23.35 me encuentro en Estepona, kilómetro 40. En cinco horas (4 horas y 58 minutos, para ser más exactos) 15 kilómetros recorridos, a un promedio de 3 kilómetros/hora.
No hay ningún accidente, ninguna incidencia extraordinaria, ninguna inclemencia meteorológica: simplemente, la carretera que da servicio al tramo de costa que proporciona más ingresos turísticos a este país (recuérdese, el turismo, esa gallina de los huevos de oro, primera industria nacional, con diferencia), en pleno mes de agosto, ¡se encuentra en obras! Información al respecto, ninguna; bueno, no, para ser más exactos, poca y falsa: los boletines de la emisora pública estatal repiten machaconamente que 'hay tráfico lento con paradas en la N-340 entre San Roque y Manilva', y el servicio de información de Tráfico (el ínclito Telerruta) habla de 'cierto atasco, con previsión de despejarse en hora y cuarto, más o menos'. Efectivos de la DGT para ordenar/agilizar el tráfico, cero (supongo que patatero).
En fin, amiguetes (que diría el Segura), esto no es Torrente-3, ni una parodia de las de El informal o el CQC: ésta es la cruda realidad, y es la de España, no la de Burundi, Ruanda, Somalia o el Beluchistán. España va bien, España va bien, España va bien, zzzzzzzzz.
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