El CIS atribuye al PP una ventaja de 8,7 puntos sobre el PSOE en estimación de voto

El Gobierno recibió ayer los datos de la encuesta política trimestral del CIS, cuyo trabajo de campo se realizó a mediados del pasado mes de julio, como la constatación de que sus actuaciones y su gestión no están siendo mal valoradas por los españoles. Aunque este barómetro sobre la salud política del país se elaboró antes de que estallase públicamente el caso Gescartera, por lo que sus repercusiones sociales no pudieron ser registradas, los responsables gubernamentales se mostraron ayer totalmente convencidos de que los ciudadanos no sólo no castigarán el comportamiento negligente que se ha achacado a varios departamentos públicos sino que terminarán por apreciar el esfuerzo del Ejecutivo y de su presidente, José María Aznar, por aclarar este caso 'caiga quien caiga'.

Así lo subrayó ayer el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández, que se acogió a los datos más amables del sondeo para el Gobierno para destacar que las tendencias positivas se mantenían en una buena línea ascendente y con perspectiva de continuar de esa manera el próximo curso. Fernández elaboró incluso un gráfico en colores sobre la percepción política y económica del país que se remontó a mayo de 1995, para que se distinguiese bien cómo es únicamente a partir de mayo de 1997 (ya con el PP en el Gobierno) cuando son más los españoles que juzgan positivamente esos escenarios que los que lo ven negativo.

Fernández no quiso detenerse mucho tiempo en comentar las clásicas preguntas electorales del CIS. Simplemente relató que el PP mantenía una diferencia de 3,7 puntos en intención directa de voto sobre el PSOE, que es sólo de 2,5 puntos si se toma en consideración el voto más la simpatía que despierta cada partido, y que el CIS había determinado, sin embargo, una estimación de voto final de 8,7 puntos a favor del PP sobre el PSOE (43,6% frente a 34,9%).

'Burda e increible'

Esa corrección de cinco puntos no fue muy bien entendida por el PSOE. Ayer, sus portavoces, el secretario general del grupo parlamentario, Antonio Cuevas, y el responsable de la Ejecutiva Federal, Juan Fernando López Aguilar, comparecieron para denunciar 'la burda, inverosímil e increible' intención del PP de 'camuflar' a través de la cocina del 'Centro de Investigaciones Sesgadas' las respuestas de los ciudadanos.

López Aguilar comentó con ironía cómo el CIS se empeña en aumentar la distancia electoral del PP sobre el PSOE 'cuantos más escándalos y abusos de poder se acumulan sobre la mesa del Consejo de Ministros que preside José María Aznar'. En esta línea, el líder de IU, Gaspar Llamazares, acusó al Gobierno del PP de diseñar esta encuesta 'por encargo para parar la marea que sumerge al PP por el caso Gescartera'.

PSOE e IU, además de ensalzar su progresión en esa encuesta, aprovecharon para cuestionar el trabajo interno de los responsables del CIS, organismo dependiente del Ministerio de la Presidencia, al calcular la estimación de voto tan a favor del PP. Los diputados socialistas resaltaron el escaso margen obtenido por el PP en intención directa y voto más simpatía y, sobre todo, la buena valoración que obtiene el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que logra una nota de 5,46 frente al 5,04 de Aznar. Zapatero sube una décima sobre el barómetro de abril y Aznar baja dos.

El presidente, además, despierta personalmente mucha o bastante confianza al 39,8% de los preguntados frente a la poca o ninguna confianza que inspira al 55%. Fernández indicó que esa balanza era muy positiva en las series históricas en comparación con exámenes similares a Felipe González. También subrayó que la gestión en conjunto del Gabinete es aprobada por el 33,6% frente al 19,1% que la cataloga como mala o muy mala.

Jorge Fernández se anticipó a esas críticas que ya presumía sobre la cocina del CIS y esgrimió a su favor un cuadro en el que se apreciaba la disparidad de criterios de los técnicos de ese organismo oficial, que han sido capaces de llegar a muy diferentes estimaciones de votos en distintas épocas políticas sobre los mismos datos en principio de intención directa. El secretario general del PP, Javier Arenas, tildó de 'infantil y pueril' esa reacción socialista y observó que ese 'modo de hacer oposición no se traduce en confianza de los ciudadanos'.

Sube el terrorismo

Este barómetro del CIS aprovecha para oscultar la opinión de los españoles sobre la Unión Europea, sus beneficios para España y los problemas de su ampliación. Y registra en su apartado sobre los principales problemas del país una nueva subida espectacular en la preocupación sobre el fenómeno terrorista. Las entrevistas para el sondeo se tramitaron entre el 13 y 18 de julio, en plena oleada de atentados y asesinatos de ETA a un policía nacional, un concejal de UPN y un ertzaintza. Los interrogados sitúan al terrorismo como el mayor problema (77,8%), 16 puntos por encima de la encuesta del mes anterior (junio). El siguiente problema general del país sería el paro (62,9%), luego la droga y el alcoholismo (17%) y en cuarto lugar la inmigración (15,3%).