Caravana de rockeras

Es ésta una iniciativa musical que pone en relieve diversas propuestas de pop y rock latinoamericano en las que el papel de la mujer cobra extraordinaria relevancia. La primera parte de su caravana pasa estos días por Madrid, después de haber descargado su espectáculo en el Festival La Mar de Músicas (celebrado en Cartagena) y antes de hacerlo en Valencia.

El próximo viernes se celebrará un segundo concierto en la capital, en la misma sala del del lunes, y en el que participarán Julieta Venegas, Lou Garx y Garaje Jack. Después, la gira continuará camino de Málaga, donde actuarán el día 21 del presente mes, y del Festival Pirineos Sur de Huesca, donde lo harán el día 23.

La primera jornada de Fémina Rock se abrió con la participación de los argentinos Laboratorio.Wav, quienes ganaron con su canción Alivia un reciente certamen en Internet promovido por la cadena musical MTV.

Esta banda hace girar alrededor de su cantante Charo un dispositivo de pop electrónico que en determinados momentos recuerda los modos de una Björk, en la continua búsqueda de melodías inusuales y traduciendo las emociones en canciones de belleza difícil. La voz de Charo es sugerente y sus acompañantes saben envolverla en un tejido musical rítmico y sugerente.

Tras ellos, hizo su aparición María Gabriela Epumer, egregia descendiente de indios mapuche que ha puesto durante años su guitarra a disposición del loco-genio y rockero argentino Charly García. Pues bien, María Gabriela Epumer tiene garra, saber escénico, actitud de rock y propone un repertorio que, sin dejar de sonar a rock argento, goza de la modernización al acercarse a modelos tipo Alanis Morrissette, en lugar de mirar a los setenta.

Lástima fue que el -no muy buen- sonido impidiera que se entendiera su voz, pero lo que sonaba lo hacía con veracidad, gusto y estilo, las tres condiciones básicas del rock. Ojalá vuelva pronto.

Pese al culto que les rodea, los colombianos Aterciopelados fueron los terceros en lugar de cerrar y su actuación fue francamente sensacional. Da gusto escuchar a un grupo que separa el tratamiento sonoro de sus discos con lo que puede ofertar en directo; que vive su latinidad sin dar un solo tópico; que valora canciones, ritmos, instrumentos en sabia proporción; que posee la fuerza de una cantante, Andrea Echeverri; que domina la escena y proporciona savia nueva a los modos de interpretación femenina del rock.

A bailar

Aterciopelados venían a presentar las canciones de su quinto disco, Gozo poderoso, lleno de acertados giros hacia el rock, el pop, el dance, la música electrónica, el bolero o la rumba. Pusieron a todo el mundo a bailar con temas como Rompecabezas o Baracunatana y dejaron un sabor de boca sumamente agradable.

Este sabor lo habrían de aprovechar los zaragozanos Amaral, quienes cerraron la noche en plan estrella con un concierto en el que demostraron lo mucho que han aprendido desde que hace apenas cinco años defendieran sus canciones por los pequeños bares de Madrid en plan acústico.

Eva, la solista, estuvo espléndida de voz y el grupo, liderado por el guitarrista Juan Aguirre, ofreció una sólida muestra de cómo armar un grupo de pop que siempre suena anglo y moderno, sin perder la raíz hispana. Una pequeña parte del mundo, tema que da título a su segundo disco, y Voy a acabar contigo fueron las joyas de su repertorio.