Yussufi pide a España ayudas al empleo en Marruecos para frenar la emigración
Rajoy reconoce que el convenio que firmará con Rabat es sólo laboral
El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, ha reiterado en Rabat el mensaje del Gobierno español a las autoridades marroquíes: que hagan un mayor esfuerzo para controlar la emigración irregular hacia España. El primer ministro de Marruecos, Abderraman Yussufi, le contestó prometiendo poner todos los medios a su alcance, aunque subrayó que éstos eran escasos y que el fenómeno sólo puede ser combatido eficazmente con más cooperación y una mayor creación de empleo en su país.
Mientras, el ministro del Interior, Mariano Rajoy, reconocía en Madrid que el convenio que el Gobierno español firmará con el marroquí tras ocho meses de negociaciones sólo abarcará aspectos laborales. Rajoy justificó su aceptación de un acuerdo limitado al ámbito del empleo, cuando la intención primera era lograr otro global sobre inmigración, afirmando que ya existe otro convenio de cooperación policial que incluye, entre otros aspectos, la lucha contra las mafias.
En Rabat, Yussufi reconoció a una delegación socialista española formada por Jesús Caldera y la responsable de inmigración del PSOE, Consuelo Rumí, que, tras el fracaso en abril de la negociación pesquera y la consiguiente advertencia del presidente, José María Aznar, nunca se había llegado a tal deterioro en la relación entre España y Marruecos. Recalcó, no obstante, que había que convertir la actual 'crisis' en un nuevo punto de partida para relanzar la relación.
Además de con el primer ministro marroquí, Caldera y Rumí se entrevistaron con los titulares de Asuntos Exteriores y de Justicia y con el presidente del Parlamento. Hoy serán recibidos por los ministros de Empleo y de Pesca.
'No hemos venido a hacer diplomacia paralela', recalcó de entrada Caldera en un encuentro con la prensa. 'Hacemos política de Estado, y por eso me he coordinado antes de viajar con los ministros Mariano Rajoy [Interior] y Josep Piqué [Asuntos Exteriores]'. Ambos ministros son los que insistieron ante sus homólogos marroquíes, a finales de abril en Madrid, en la necesidad de frenar la emigración y la exportación de droga para superar la crisis.
Este llamamiento no ha dado, por ahora, ningún resultado. El desembarco de inmigrantes en las playas andaluzas se ha incrementado. El delegado del Gobierno para la Extranjería, Enrique Fernández-Miranda, prevé que este año al menos 20.000 inmigrantes serán detenidos en las costas andaluzas, un 30% más que en 2000.
'He expresado mi preocupación por el impacto negativo que la llegada de estos inmigrantes puede tener en España para ellos mismos y para la imagen de Marruecos y porque supone un incremento de la actividad de las mafias que los trasladan y que operan a ambos lados del Estrecho', afirmó Caldera.
El portavoz parlamentario anunció además que su grupo ratificará el convenio laboral que será suscrito el 25 de julio entre los Gobiernos de Madrid y Rabat. Después de los recortes logrados por los marroquíes -la renuncia a incentivar el retorno voluntario de inmigrantes y la eliminación de las referencias a la lucha contra la inmigración irregular- el documento consiste básicamente en 'abrir en Marruecos una gran oficina de empleo', comentó Caldera.
El PSOE da por definitivamente rota la negociación pesquera con Rabat pero apuesta porque una parte de los pescadores españoles puedan volver a faenar en aguas marroquíes a través de sociedades mixtas. Yussufi prometió a la delegación flexibilidad para ir avanzado por esa vía.
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