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El Tour refuerza sus medidas antidopaje

La dirección de la carrera anuncia diez nuevos mandamientos contra las sustancias prohibidas

Jean Marie Leblanc, el director del Tour de Francia, la más popular de las carreras ciclistas, no quiere seguir siendo un mero testigo de los escándalos que ocurren en su competición. La experiencia vivida en 1998, cuando la policía judicial emprendió una 'persecución' del equipo Festina y sus suministradores de substancias dopantes, ha pesado de manera decisiva en el plan en diez puntos presentado ayer por Leblanc.

La edición del 2001 irá precedida de la publicación de un código ético que exigirá el respetar una serie de valores para que la competición siga siendo posible, transparente y no adulterada. Se trata, en definitiva, de una declaración genérica en contra del uso de estimulantes prohibidos.

Los equipos como tales y los corredores individualmente deberán comprometerse a respetar ese código ético así como el reglamento de la carrera.

Los médicos especialistas de la Unión Ciclista Internacional (UCI) -dos o tres de ellos- seguirán la carrera y servirán de interlocutores de los ciclistas y los directores de equipo cada vez que se plantee alguna duda. Con ese punto se trata de acabar o restringir el uso cada vez más frecuente de corticoides con cualquier pretexto -resfriado, alergia, etc.- y con el amparo de la tardanza de respuesta de los organismo de la UCI.

Al comenzar la carrera, los días inmediatamente anteriores, se efectuará la tercera fase del llamado seguimiento longitudinal de los atletas. Ese punto sólo es importante para los ciclistas franceses, que ya se han sometido antes a dos controles, manera de detectar las anormales transformaciones del organismo, pero también para establecer una cierta comparación con el estado físico de unos ciclistas que pasan una revisión muy estricta cuatro veces al año y los que sólo se someten a ella al empezar el Tour.El control antidopaje, hasta ahora reservado a cinco corredores por etapa, afectará en la edición del 2001, a diez corredores después de cada día. El ganador de la etapa y los tres primeros clasificados figurarán sistemáticamente entre quiénes tengan que someterse al ritual del control antidopaje. Los resultados de dicho control se sabrán en un plazo que nunca superará las 72 horas.

Entre las novedades presentadas por la ronda gala figura también un acuerdo de colaboración, por un mínimo de tres años, con varios laboratorios del CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica).

La edición de 2001, así como las siguientes, irán precedidas de una conferencia a cargo de un biólogo, un médico y el director de la carrera, que expondrán a los ciclistas y los directores de equipo los peligros que comporta la utilización de cada producto prohibido. Y dentro de esa campaña de sensibilización también habrá una serie de medidas pensadas específicamente para corredores jóvenes así como una campaña de publicidad televisiva para que el público, aficionado o no, esté mejor informado.

'Son caprichos'

José Miguel Echavarri, director general del equipo Ibanesto. com, manifestó ayer su malestar por lo que tildó de 'caprichos del Tour' en referencia a las nuevas normas contra el dopaje impulsadas por la carrera francesa, que incluyen un nuevo sistema de detección de la EPO externa.

'¿Sobre qué leyes tenemos que aceptar el control de salud del Tour?', se preguntó Echavarri, que concluyó afirmando que 'en el ciclismo queremos ser más papistas que el Papa'.

Pero la reacción del responsable del Ibanesto. com no fue la única en respuesta a los própisitos de Jean Marie Leblanc, director del Tour. También Manolo Saiz lamentó que 'el ciclismo siempre está en la vanguardia de estas cosas', pero matizó que 'habrá que mentalizarse a aceptar las normas'.

Por otra parte, el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Jean verbruggen subrayó que 'en Francia hay que respetar las leyes de este país'. También recordó que una normativa, la francesa, no excluye a la otra, la de la UCI: 'Las leyes de la UCI también hay que respetarlas, en Francia o donde sea'.

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