Los ecologistas ven un 'museo de los horrores' en zonas verdes de Madrid
Si ha de caer el hacha sobre acacias que amenazan al público, el hacha caerá. Con este criterio, Santiago Romero, director de Servicios de Parques y Jardines del Ayuntamiento, replicaba a las acusaciones de 'eutanasia arbórea' o 'museo de los horrores' que le fueron dirigidas en el Club de Debates Urbanos durante un coloquio público celebrado el pasado martes en el Círculo de Bellas Artes entre técnicos municipales, jardineros, paisajistas y ecologistas. Juan García Vicente, portavoz de Ecologistas en Acción, definió las zonas verdes de Madrid como un 'verdadero museo de los horrores', mientras Santiago Romero defendía la gestión de su departamento, que regenta desde hace 19 años.
Como 'debate urgente' fue calificado el coloquio por Javier Mosteiro, directivo del club anfitrión y del Colegio de Arquitectos. La urgencia venía determinada por la inmediata entrega -en el pleno municipal de ayer- de los pliegos de condiciones que han de regir la conservación de las zonas verdes por las empresas subcontratadas que aplican la política municipal. Tanto esta política como la actuación de las subcontratas fueron muy criticadas por participantes y público.
García Vicente denunció que las últimas huertas históricas de la ribera del Manzanares, a la altura de Legazpi, han asistido en días recientes a una tala 'salvaje' de decenas de grandes árboles centenarios para explanar el solar de una urbanización privada. 'Los pliegos son sistemáticamente incumplidos en cuanto a riegos, alcorques y conservación en general', agregó. Ángeles Souto, arquitecta paisajista, criticó el concepto de zona verde y apostó por otro basado en el diseño y en la creación de sentido para la vida urbana. Souto denunció la ausencia de paisajistas en los centros de decisión, frente a la presencia en ellos de técnicos desprovistos, a su juicio, de sensibilidad específica. En el coloquio se informó de que un parque de Entrevías ha sido construido sin bocas de riego. María Jesús Aparicio, jardinera de CC OO, apuntó deficiencias en personal y en formación.
Crecimiento del arbolado
Romero afrontó las críticas y basó su refutación en el reciente inventario, hecho por su departamento, de los 248.288 árboles con los que la ciudad cuenta. 'En los últimos 15 años, el arbolado de Madrid ha crecido en 100.000 unidades', dijo. Defendió las actuaciones de su departamento en un ámbito de extrema complejidad y criticó que la oposición municipal -la edil socialista Cristina Narbona asistió a la mayor parte del debate- no le haya pedido nunca el plan director por el que se rige.
Enojado por el aluvión de críticas, Romero mostró su preocupación por la calidad de vida de los madrileños -'que no es patrimonio de la oposición ni de los ecologistas', remarcó - e hizo hincapié en el avejentamiento de las acacias y en la necesidad de evitar, mediante 'necesarias talas', su caída sobre los transeúntes. 'Romero no dice que los árboles enfermaron y envejecieron por anteriores podas salvajes', comentó otro ponente.
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