'Quizá replique a Helguera'

La Real Sociedad ha descubierto un timón en el hijo de su penúltimo entrenador, Periko Alonso. Con sólo 19 años, Xabi ha saltado del Eibar a la caldera de la Real, un equipo abrumado por la amenaza del descenso y por su deriva futbolística. Su criterio ofensivo nace ahora en los pases y la visión de juego de Xabi Alonso, un tipo frío e ilusionado que espera no perder la perspectiva. Afirma que sería 'triste' acabar creyéndose alguien por culpa del fútbol.

Pregunta. El juego de la Real ha mejorado mucho con usted. Si su padre hubiese llegado a saber que tenía la solución en casa...

Respuesta. No es que yo sea la solución. Creo que es una mejoría global que debe confirmarse ante el Madrid.

P. Pero no puede negar que influye mucho en el juego de su equipo.

R. Hombre, algunos partidos me salen mejor que otros. Pero insisto: que esté sobre el campo no significa que el equipo vaya a jugar mejor.

P. ¿Por qué no le repescó su padre del Eibar cuando todavía entrenaba a la Real?

R. En casa ni mencionábamos el tema. El no me decía nada al respecto y yo no creía oportuno tratar el asunto. Se hablaba mucho de ello en la calle, pero yo trataba de hacer oídos sordos. En casa hablamos mucho de fútbol, pero no tratamos casi nada el caso de mi padre, que no tuvo demasiada suerte.

P. ¿Y le da consejos?

R. Qué va. Raramente me comenta algo sobre mis actuaciones. Además, es mejor así, porque sería una presión si me diera la tabarra con consejos.

P. No podrá decir que ha aprendido a dar esos pases viendo jugar a su padre.

R. Hombre, tampoco me acuerdo mucho de cuando él jugaba, pero todos dicen que era un jugador de fuerza, el pulmón del equipo. Yo soy menos físico.

P. Su estilo parece un milagro, teniendo en cuenta que también le entrenó Blas Ziarreta, un técnico poco dado a sutilezas.

R. Eso no tiene nada que ver. Que mi padre haya sido de una manera o que el entrenador tenga unos principios no significa que vayan a ser los míos. Tocar el balón es lo que mejor se me da y creo que tengo que explotar esa cualidad técnica, ya que físicamente no destaco.

P. La lesión de Aranburu le deja solo al frente del equipo.

R. No, porque Peiremans va a debutar y está Luiz Alberto...

P. Sí, pero son centrocampistas de corte defensivo. Jugadores ofensivos de sus caractéristicas hay pocos en la Real.

R. Bueno, quizá sea así, pero en ese caso tendremos que atacar y defender en bloque.

P. ¿Cómo espanta los nervios?

R. Me pongo especialmente nervioso durante el calentamiento y un poco cuando empieza el partido. Sé que jugar atenazado sería contraproducente.

P. Algo debe tener para que tanto Clemente como Toshack le hayan reclamado.

R. Clemente me hizo saltar del Sanse a la Real y Toshack de Segunda a Primera. Creo que es porque saben que lo doy todo.

P. ¿Ha entrado en el vestuario de puntillas o diciendo 'aquí estoy yo'?

R. Más bien de forma tímida, aunque empiezo a soltarme. Al principio estuve más bien calladito .

P. ¿Piensa ya en jugar al golf con Toshack?

R. No, no, qué va, qué va. ¿Yooo? Ni loco. Como mucho, al minigolf. Como mucho, To-shack me pediría que le hiciera de caddie.

P. Jankauskas dice que existe mucha presión sobre el equipo. ¿Es para tanto?

R. Yo no la noto demasiado. Voy a entrenarme contento, paseo, hago mi vida y no veo que me afecte en absoluto.

P. Ahora anunciará que seguirá estudiando Ciencias Empresariales, pero luego acaso lo deje como hacen casi todos los futbolistas.

R. Los exámenes del primer cuatrimestre me han ido bastante bien y pienso seguir estudiando. Después del fútbol queda mucha vida por delante y necesito algo en que apoyarme.

P. Si no, siempre puede ser entrenador.

R. Todavía no siento esa vocación.

P. Por qué los jugadores de la Real suspiran por ir al Athletic.

R. Yo todavía no me lo he planteado.

P. ¿Se cree capaz de dar la réplica a Helguera en el Bernabéu?

R. Me encantaría dársela. Está jugando muy bien, pero quizá le pueda coger la medida.