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Crónica:24 ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Caminero y Eusebio acaban con la racha del Zaragoza

La misma historia de siempre y que nadie consigue interrumpir. El Valladolid volvió a ganar en su estadio, volvió a desquiciar a su rival y volvió a hacerlo con los mismos ingredientes de siempre. A saber: infinita solvencia defensiva, agrupamiento general en torno a Eusebio y Caminero y materializar un par de la media docena de ocasiones que se generan en cada tiempo. Tan simple como eso y el Zaragoza no terminó de enterarse en todo el partido, porque el equipo de Luis Costa fue sólo un pagano más de la eficiencia alemana con la que se comporta el Valladolid en su estadio. Al Zaragoza le bastó cometer un error defensivo en cada parte para llevarse dos goles, no fue capaz de romper la defensa rival ni de penalti injusto, que lo hubo. El cuadro de Ferraro insistió en su racha pero sigue sin tener claros sus objetivos.

VALLADOLID 2 | ZARAGOZA 0

Valladolid: Bizarri; Torres Gómez, García Calvo, Heinze, Marcos; Caminero (Sales, m. 42), Eusebio, Jesús, López (Ciric, m. 59); Fernando y Pachón (Ricchetti, m. 86). Zaragoza: Juanmi; Pablo, Aguado, Paco, Gurenko; Aragón (Yordi, m. 67), José Ignacio; Juanele, Jamelli (Garitano, m. 67), Vellisca; y Esnáider. Goles: 1-0. M. 20. Bizzarri sale de su área para despejar un balón y mete un pase perfecto a Caminero que bate a Juanmi. 2-0. M. 79. Ciiric cede atrás desde el punto de penalti para que Eusebio, con mucha tranquilidad, remate a gol junto al poste. Árbitro: Pérez Burrull. Amonestó a Pablo. Unos 16.000 espectadores en el Nuevo Estadio José Zorrilla.

El Valladolid ejercitó la memoria y comenzó la película por donde la inicia siempre: esperar al rival en su campo, darle espacio, hacerse poco a poco con el control de la pelota y forzar un poco la máquina bajo la tutela de Eusebio y Caminero hasta llegar al gol. Desde ahí se duerme un poquito el ritmo, se suelta un contragolpe de vez en cuando y se mantiene el casillero de derrotas en casa en cero. Lo bueno para Ferraro es que con eso tiene más que de sobra para no sufrir, lo malo es que el Valladolid se ha condenado a vivir en tierra de nadie, porque lo que gana en casa no lo consolida lejos de su campo y no puede quitar un ojo de la zona baja de la tabla, ni tiene arranques para mirar hacia arriba. Al Zaragoza le pasó lo que les pasa a todos los que llegan a Zorrilla, que se les escapa hora y media de fútbol sin casi pisar el área rival y que al final terminan aburridos de tanto estrellarse contra media docena de futbolistas que defienden de memoria.

El equipo de Costa tuvo el empate muy cerca en un penalti inimaginable que el árbitro, Pérez Burrull, se sacó de no se sabe donde, pero Esnáider, en su peor tarde desde que regresó a España , envió el baló a la grada. Fue el momento en que el Zaragoza inició su vana hegemonía sobre el partido. Al Valladolid la ausencia de Caminero, lesionado al final de la primera parte, le había empequeñecido, pero a esa ausencia respondió la presencia de Eusebio en el momento más oportuno.

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