Rectitud y disciplina
José Higueras, el nuevo entrenador de Carlos Moyà, sostiene que cualquier mejora exige un duro trabajo
Hace 20 años que se fue de España para intalarse en Estados Unidos y su mentalidad ha cambiado. José Higueras, el nuevo técnico de Carlos Moyà, se niega a anticipar los problemas y afirma que si le han llamado es porque el tenista mallorquín está dispuesto a hacer lo que debe. 'Veo que en los últimos 20 años las cosas apenas han cambiado en este sentido', afirma Higueras, que la semana pasada comenzó a trabajar en Palma con Moyà. 'La gente sigue siendo negativa', concluye.
Su argumento responde a la cuestión de que a Moyà le cuesta entrenarse -él mismo lo acepta sin tapujos- y le va la marcha. 'Si Carlos no quiere hacer lo que debe', agrega Higueras, 'ya no me habrían llamado. Mi línea de conducta no cambia por el nombre de los jugadores. Y eso lo saben todos. Si hay problemas, lidiaré con ellos. Pero, si no llueve, no quiero abrir el paraguas'. Higueras trabajará con Moyà 15 semanas este año y marcará las pautas al equipo que le seguirá a todas las competiciones, compuesto por Joan Bosch, Quim Forteza y, ocasionalmente, Jofre Porta.
Higueras fue dos veces semifinalista del torneo de Roland Garros (1982 y 1983), disputó el Masters en tres oportunidades (1979, 1982 y 1983) y terminó el año entre los 10 primeros dos veces (noveno en 1979 y séptimo en 1983). Sin embargo, su mayor brillo lo sacó en su etapa de entrenador. Dirigió al estadounidense Michael Chang cuando se convirtió en el más joven ganador de Roland Garros, en 1989, y luego fue el artífice de la explosión del también norteamericano Jim Courier, al que llevó al liderato mundial y a ganar cuatro títulos del Grand Slam. Ahora trabaja con otro estadounidense, Todd Martin.
Su trayectoria ha estado siempre marcada por su rectitud y disciplina. Hasta el punto de que cuando Courier ya era el número uno le planteó abiertamente abandonarle porque notaba un cierto retroceso en su capacidad de análisis de los partidos. 'Si no puedes aplicar lo que estamos entrenando, no vale la pena que siga contigo', le dijo.
Higueras trabaja con la USTA (Federación estadounidense de tenis) y compaginará esta tarea con la de preparar a Moyà. 'Cuando me llamaron, les dije que tenía compromisos, pero poder ayudar a un gran jugador como Carlos a dar todo lo que lleva dentro es una tarea que me ilusiona y me motiva'. Higueras asegura que Moyà es un tenista excepcional, pero que tiene algunos aspectos que puede mejorar.
Uno de ellos es el revés, el golpe que más problemas le está causando en los últimos meses. 'Es más problema lo que piensa que lo que realmente ocurre', analiza Higueras; 'es una cuestión de falta de balance en el movimiento. Lo vamos a trabajar. El revés no es malo, pero hay días que se le va un poco. Es una cuestión de ajustes. Por lo demás, es un buen atleta, saca bien, tiene una buena derecha y es habilidoso. Creo que puede mejorar bastante'.
Sin embargo, el técnico español afincado en Palm Springs no esconde que cualquier mejora debe ir acompañada de un duro trabajo. 'Artistas hay muy pocos. [John] McEnroe y [Pete] Sampras pueden ser casos especiales. Pero los demás están arriba porque trabajan mucho. La primera regla es saber que se está dispuesto a hacer lo necesario para sacar lo mejor de sí mismo. Y Carlos ya sabe lo que tiene que hacer. Para mí es básico que el trabajo diario se cumpla. No exijo que se gane Wimbledon o el Open de EEUU. Si hace el trabajo, obtendrá buenos resultados. Hasta dónde puede llegar nadie lo sabe'.
Higueras trabajó hace algunos años con Sergi Bruguera, pero ahora piensa que la Federación Española no le necesita. 'El tenis español tiene una buenísima salud. Tiene grandes jugadores, excelentes resultados y ha ganado la Copa Davis'. Y sobre la capitanía, el G-3, agrega: 'Me mantengo al margen de este tema. Pero son ideas buenas y creativas. Han funcionado y la gente del tenis debería valorarlas'.
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