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Reportaje:

Nacionalismo perchelero

El popular barrio de El Perchel ha consolidado, en torno a un potaje y al carnaval, la fiesta del invierno en Málaga

Miguel Angel Crespo, es vitoriano, aunque hijo de madre perchelera: 'Mi madre vivía en calle Ancha cuando la riá del año 7 y yo soy perchelero, perchelero'. Ahora Miguel Angel es presidente de la Fundación ciudadana del Carnaval de Málaga, que se ha aliado con las peñas del barrio malagueño más castizo, para inventarse entre todos la fiesta popular del invierno en Málaga. Desde hace cuatro años, el domingo víspera del Carnaval, los percheleros organizan un Potaje, que convoca a miles de ciudadanos, que además de los garbanzos disfrutan en plena calle con la actuación de las agrupaciones que han pasado a la semifinal del concurso del Teatro Cervantes.

Aquí se respira nacionalismo perchelero. La señora Carmen suspiraba -'qué bonito'- mientras escuchaba los requiebros que la comparsa La Copla, de Jesús Gutiérez, dedicaba a este antiguo barrio de pescadores y marineros extramuros de la ciudad, del que se han ido miles de familias en las últimas décadas a humildes barriadas modernas como La Palma, Los Corazones, La Paz, Dos Hermanas, 4 de diciembre... 'Todo el que vive fuera, vuelve este día', afirma Manuel Segura, jefe del tinglado del Potaje perchelero. La tradición les trae de vuelta todas las semanas santas, el miércoles para ver la procesión del Cristo de La Expiración, y el jueves para seguir a La Misericordia y La Esperanza. Ahora ya tienen otro día señalado en el que volver a su barrio. Volviendo la vista de la copla a los edificios, a la parte alta de las casas en ruina de la calle Ancha del Carmen, la buena mujer terminaba su suspiro en lamento: 'Miras para arriba y te deprimes'.

Pero la jornada de ayer en el antiguo arrabal de la ciudad, con una temperatura primaveral, fue de todo menos deprimente. Para empezar por la comida. Segura y su media docena de ayudantes prepararon potaje para seis mil personas. Una tonelada de potaje, que se dice pronto: 'Doscientos treinta kilos de garbanzos, que cuando cogen el agua pesan el doble, veinticinco kilos de morcilla, otros veinticinco de chorizo, ciento diez de verduras, acelgas, pimientos, tomates, cebollas... cinco o seis kilos de ajos y cien kilos de costillas... Costillas de cerdo, eh...' Manuel Segura hace una advertencia sobre la procedencia de la carne, que las coplas de carnaval repasan en los dos extremos de la calle Ancha, en sendas tarimas. Hay mucha vaca loca en las letras del carnaval de Málaga. Y mucha Celia Villalobos, pero no para recordarle sus deslices en este asunto, sino para no perdonarle su incumplimiento de palabra. Angeles, de la Fundación del Carnaval, lo resume: 'Las agrupaciones critican a Celia porque dijo siempre que no se iría de Málaga y se ha ido'.

Miguel Angel Crespo admite que la norma del Carnaval de Cádiz ha tenido mucha influencia sobre las músicas de las coplas carnavaleras de Málaga. 'Sin embargo, en los tipos tenemos diferencias, por la climatología los nuestros se pueden acercar más a Sudamérica o a Tenerife'. Lo que en Cádiz es una chirigota, aquí es una murga: De pamplina por Pamplona será la que inaugure las semifinales del concurso de los mayores en el Teatro Cervantes esta noche a partir de las 21.30. Hoy también actúan las murgas Boquerones en vinagre y El crac, y las comparsas La Copla y Mi Tierra, una agrupación de Ronda, de Juan Álvarez Ruiz veterana del carnaval malagueño.

El carnaval está muy ligado a este Perchel. Hay fotos de finales del siglo XIX, que muestran a la gente con un gorro de cono alto, como de piel, con caretas y unas varas largas, que debían ser las perchas de los secaderos de pescado que dieron nombre al barrio. Los secaderos, la industria de salazón, las bodegas y las traperías eran los negocios de los que vivían los percheleros antes de su diáspora.

Hace cuatro años las peñas Rincón de calle Ancha, Los Cabales y Perchelera, la Asociación de vecinos y el Centro de Desarrollo Estratégico del Perchel se inventaron una fiesta, tipo verbena, pero de invierno. Después se sumó la Fundación del Carnaval y empezaron a venir las agrupaciones. La primera vez contabilizaron mil quinientas personas. Ayer, nueve mil, incluidos el alcalde Francisco de la Torre y el portavoz socialista Francisco Oliva. Tuvieron que poner dos tarimas para que actuaran los grupos que han llegado a las semifinales del concurso: Doce murgas, ocho comparsas, un cuarteto y un coro cantaron sus cuplés y popurrís ante un público entregado que todo lo jaleaba.

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'El Potaje se ha convertido ya en parte de los actos del Carnaval; aquí se ha realizado hoy el sorteo de las semifinales', afirma Vicente Fernández, director del Centro Estratégico. Un carnaval malagueño que es más amable que el gaditano en sus letras: 'Aquí hay más alabanza y menos crítica', apunta Crespo. Y también había nueve perolas enormes de potaje, que le alegraron el ánimo a miles de entusiastas ayer domingo.

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