El Barça ratifica a Aíto pese a su noveno fracaso en Europa

Aíto García Reneses añadió una muesca a su serie de fracasos al frente del Barcelona en la máxima competición del baloncesto europeo. La derrota ante el Benetton en Treviso, donde llegó a ganar por 18 puntos y acabó sucumbiendo por 17 (99-82), supuso, en 13 años con Aíto al frente, el noveno adiós a un título que el club azulgrana persigue desde hace mucho tiempo. Es el único que le falta a la entidad en los cuatro deportes profesionales en los que compite (fútbol, baloncesto, balonmano y hockey sobre patines). El historial de Aíto es tan productivo en muchos frentes -ocho Ligas, tres Copas, una Recopa y dos Copas Korac- como desolador en la Euroliga: tres subcampeonatos, tres cuartos puestos, una eliminación en cuartos de final y dos en octavos de final.

Salvador Alemany, presidente de la sección de baloncesto, ratificó ayer a Aíto en su cargo de máximo responsable técnico. El entrenador tiene contrato hasta junio de 2002. Alemany se sorprendió incluso de que se le preguntara directamente al respecto. 'Situar la cuestión en si el entrenador debe ser destituido por los resultados de la última semana es algo que no se tiene que hacer. Nunca lo debe hacer un equipo serio', manifestó Alemany a Ràdio Barcelona nada más llegar de Treviso. El directivo del club azulgrana argumentó en descargo del técnico: 'Hace cuatro días todos estábamos encantados con el equipo y se veían posibilidades de ganarlo todo. El público disfrutaba'.

Lesión de Jasikevicius

La manera como se consumó la eliminación ante el Benetton también tuvo explicación del máximo dirigente del baloncesto azulgrana: 'Seguramente sin la lesión de Jasikevicius no se hubiera producido un hundimiento tan grande '.

Jasikevicius sufre una rotura parcial del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda que le mantendrá de baja unos dos meses. Alemany lamentó ayer la lesión del base lituano: 'Tenemos un equipo joven que crea ilusión. Pero no todo son ventajas. No se supo reaccionar en una situación extrema, ante la dificultad que supuso la lesión de Jasikevicius, que se añadía a las bajas de Nacho Rodríguez y Gasol, el arbitraje incompetente y la presión en una pista como la del Benetton'.