¿Qué comprar?

El otro día, paseando por unos grandes almacenes, mientras buscaba qué comprar me encontré con algo de gran valor. A unos metros de mí, en una silla de ruedas, un joven con una enfermedad degenerativa que le hacía estar inmóvil sonreía desde el azul intenso de sus ojos a los que, como yo, no podíamos evitar mirarle. Fué como si todo -el ruido de la gente, los rótulos de las tiendas, los letreros de rebajas, el sinfin de bolsas de colores y tamaños que llenaban el ambiente... - se detuviera por unos segundos. Y desde esa sonrisa y esa mirada, una alegría y una paz especial flotaron por encima del bullicio y la prisa, del correr, del ir y venir. Fueron sólo unos segundos, porque en seguida, casi instintivamente, desvié la vista y volví a la gente, los rótulos, las rebajas, las bolsas, las prisas .... Pero fué un volver distinto que añoraba el irse para estar en la apacible quietud de esa silla, de esos ojos, de esa sonrisa. Quiero agradecer desde estas líneas lo mucho que aprendí en tan poco tiempo gracias al valor de ese enfermo que desde su inmovilidad me enseñó, con una sonrisa, que lo importante no es ir y venir, moverse mucho, sino saber estar y mirar, descubrir a ese otro que pasa a tu lado y te necesita ¡gracias!. -