De carteles grandes y letras pequeñas

- Menos bombo. 'En estos días en que soplan vientos tan fuertes', dice un lector, 'creo que esos enormes cartelones, con los que las constructoras o las instituciones se dan tanto bombo con las obras que construyen, constituyen un gran peligro para los viandantes y los automóviles'. Y agrega: 'No estaría de más que redujeran los anuncios un poco o que destinaran la mayor parte de los carteles a informar y menos espacio a presumir, sobre todo cuando quien hace esas obras es el trabajo de los operarios y el dinero de los contribuyentes', señala.

- Mucho ruido. 'Sigo sin entender por qué causa', dice un lector que asegura ser inglés, 'cuando la gente de Madrid sale de noche necesita dar grandes voces. Supongo que será para hacerse notar, pero me parece una práctica muy poco civilizada'.

- Árboles descuidados. 'La mayor parte de los árboles que reponen, cuando sustituyen árboles viejos por otros nuevos, al no recibir cuidados, mueren', dice Ángela. 'Los seres vivos, todos, requieren cuidados. Los árboles, con un poco de atención que les dediquemos, nos devuelven ciento por uno, en oxígeno, en sombra, en frescura. Todo en el árbol', explica, 'es un regalo, desde la madera, el color, todo. No cuesta nada mimarlos un poquito', subraya.

- No exageren. 'Exagerar siempre es malo', dice Carlos, 'porque es una deformación de la realidad que impide hacerse una idea exacta de lo que pasa. Lo digo', señala, 'porque oigo muchos comentarios desproporcionados sobre cuestiones como las vacas locas y todo eso. Creo que hay que hablar con propiedad y únicamente afirmar como verdadero aquello que se puede probar, lo demás son especulaciones', añade.

- Censo de ganaderos. 'Deberían vigilarse más las ganaderías de la Comunidad', señala Concha, 'para poder hacer un censo verdadero sobre cuántos ganaderos alimentaron a sus reses con piensos prohibidos. Con ese censo', explica, 'se podría saber con certeza qué carnes no debieran tomarse y cuáles sí pueden comerse. Además', aventura, 'deberá existir algún procedimiento para destruir esos llamados priones, como un calor determinado o un elemento químico que no sea nocivo para la salud'.

- Agujeros bajo el suelo. 'Estoy muy preocupada', dice Ernestina, 'porque cada vez veo que abren más zanjas en las calles. Creo que eso no es nada bueno para la estabilidad del suelo y dentro de poco van a surgir agujeros por todas partes', se lamenta.

- Poca imaginación. 'La gente emplea poco la imaginación para descubrir cómo solucionar problemas', se lamenta Marcos, que dice tener 15 años. 'Creo que deberían existir especialistas, personas dedicadas a resolver asuntos como el del tráfico en Madrid, por ejemplo. Pero, además, nosotros deberíamos renunciar a usar los coches ocupados únicamente por un viajero, porque Madrid se llena así de coches y ese lleno implica tremendos atascos'.

- Montones de cosas difíciles. 'Hay un montón de cosas cuyo formato y sustancia uno no sabe bien en cuál de las bolsas de la basura debe meter para favorecer su reciclaje', dice Juan. 'Yo me apaño bastante bien, pero me vuelvo loco cuando debo deshacerme de un mechero de plástico, por ejemplo, o de un tablero de madera, de medicinas caducadas, de cosas metálicas y de cosas así. ¿Sería mucho pedir que alguien, a través de una campaña oficial, nos informara sobre qué hemos de hacer con esos materiales?'.

- Carteles legibles. 'Nadie parece tener en cuenta que los carteles públicos deben ser legibles para todos, incluidos los forasteros', dice Esperanza. 'A veces, los tamaños de los anuncios, desde los mapas del metro hasta otros de otro tipo, tienen letras muy pequeñas y las personas de edad, como yo misma, no podemos leer lo que pone. Y no me digan que es un problema de gafas; creo más bien', concluye, 'que se trata de un problema de cortesía hacia los mayores'.

- Peligro, coche marcha atrás. 'La gente no parece darse cuenta de lo peligroso que es cruzar por detrás de un coche que está maniobrando en marcha atrás', dice Leandro. 'La visibilidad en este tipo de operaciones es sensiblemente menor y, además, quien conduce suele ir o vuelto, en una posición muy forzada, o bien maniobra sobre los retrovisores, que poseen muchos puntos ciegos. Es peligrosísimo atravesar detrás de un automóvil que retrocede, por lo cual creo que deberían alertar con alguna campaña de información o algo similar a la gente, sobre todo a los niños'.

- ¿Dónde va a parar la madera de las talas? 'Nadie sabe dónde va a parar la madera de las talas', dice una señora, 'porque pese a que dicen que va a las plantas de compostaje, no se dan cifras oficiales de nada de esto. Creo que hay gente que debiera dar explicaciones al respecto', dice.