Detenido en Solsona un constructor que explotaba a tres inmigrantes ecuatorianos

Los Mossos d'Esquadra descubrieron el martes en Solsona (Solsonès) un nuevo caso de explotación de inmigrantes en situación irregular y detuvieron en la zona de la estación de esquí de Port del Comte al empresario Ángel Francisco R. R., vecino de Viladecans, por un delito contra los derechos de los trabajadores. El acusado tenía esclavizados en una obra a tres ecuatorianos a quienes no sólo no les pagaba el trabajo que realizaban, sino que les obligaba a vivir en unas condiciones indignas.

El calvario de los tres ecuatorianos, que llegaron hace dos meses a España con la esperanza de encontrar un futuro mejor, comenzó el mes pasado en L'Hospitalet de Llobregat, cuando el detenido, de 32 años, les ofreció un trabajo en la construcción. Dos semanas después de incorporarse a una obra en esta localidad, el empresario les advirtió que, con la entrada en vigor de la nueva Ley de Extranjería, el Gobierno comenzaría a decretar la expulsión de todos aquellos que no tuvieran regularizada su situación, por lo que les propuso trasladarse a Port del Comte con el pretexto de que allí podrían pasar más inadvertidos.

Según la policía autonómica, Ángel Francisco ofreció a los ecuatorianos la posibilidad de realizar trabajos de albañilería a cambio de un sueldo, una vivienda y comida, pero a la hora de la verdad no cumplió la promesa. Los inmigrantes fueron alojados en una de las casas que tenían que restaurar y que en aquellos momentos carecía de agua corriente y luz. Durante las dos semanas que estuvieron trabajando en este lugar no sólo no cobraron, sino que tuvieron que compartir un solo colchón y sobrevivir con la comida que les ofrecían los vecinos de la zona.

Ante esta situación, decidieron dejar el trabajo y regresar a Barcelona porque se sentían desamparados. Una dotación de los Mossos d'Esquadra localizó el lunes a los tres ecuatorianos cuando caminaban por la carretera en un estado físico deplorable tras haber vivido dos semanas en condiciones miserables. Lo único que explicaron a los agentes es que se dirigían de nuevo a Barcelona porque el empresario para el que estaban trabajando les había engañado. Éste declaró ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción de Solsona, que decretó su libertad con cargos. Los tres inmigrantes han solicitado protección jurídica y asesoramiento al sindicato UGT.