Un bote monta el lío
El Granada elimina en una polémica tanda de penaltis al Guadix
El Granada logró su pase a los cuartos de final de la Copa ante el Guadix al vencer por 5-4 en una conflictiva tanda de penaltis. La polémica surgió en el primer lanzamiento del Granada, ya que el balón realizó una caprichosa carambola antes de introducirse en la portería defendida por Peramos: el portero lo desvío; luego, golpeó en el larguero, ascendió unos palmos por encima del marco y descendió hasta botar en el suelo e introducirse en la meta a causa del efecto. El árbitro concedió el gol, pero los futbolistas del Guadix consideraron que no era válido.
En un partido, en pleno juego, el tanto sería perfectamente válido. El problema se plantea al considerarse los penaltis de desempate como una única jugada. Aunque el reglamento no es concreto, algunos árbitros afirmaron ayer que existe una disposición del colegio nacional que establece que al botar la pelota en el césped se produce ya una segunda jugada y, por tanto, el posible gol ya no vale. El ex árbitro Pérez Sánchez reconoce que la regla es 'farragosa', pero que 'su espíritu indica que cuando el balón sale de la portería hacia el interior del campo ya no puede haber gol'.
El árbitro del Granada-Guadix, Pereñíguez Pérez, muy cuestionado por su actuación durante el partido, concedió el gol. La tanda continuó y fue en el último lanzamiento cuando la polémica se reavivó. Por indicación de su entrenador, Antonio Teixidó, los jugadores del Guadix se negaron a seguir tirando por la supuesta irregularidad del primer gol del Granada. Con el marcador ya 5-4, desistieron en sus reproches y el fallo de Pedro acabó por dar el pase al Granada. El Guadix no descarta recurrir el resultado.
Tras un partido bronco, el Granada se convirtió en el único equipo de Segunda B en los cuartos de final. También, en el único andaluz. Una proeza, además, que no lograba desde la temporada 1972-1973. Pero lo cierto es que ni el Guadix ni el Granada fueron capaces de marcar un gol en los 210 minutos de eliminatoria, prórroga incluida.
El trepidante comienzo del partido, con ocasiones alternativas y juego por las bandas, esperanzó a los espectadores. Pero el ritmo decayó en el minuto 10. El Granada se mantuvo más beligerante. Sin embargo, la presión de la ordenada defensa del Guadix le permitió jugar al contrataque y crear las mejores ocasiones de gol, frustradas por la mala puntería de sus delanteros.
En la segunda mitad, el equipo rojiblanco atacó sin pausa. En el minuto 56 llegó la primera polémica del partido. El árbitro sancionó como penalti una caída del delantero Huegún, pero, a instancias de su juez de línea, acabó por sancionarle con tarjeta amarilla por fingir la falta. Con un jugador menos por expulsión directa de Gonzalo, el Granada fue incapaz de evitar la prórroga.
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