El segundo fracaso europeo de Chilavert

'¿Pero usted cree que Chilavert, la gran figura del fútbol suramericano, iba a dejar que circulara por el continente una fotografía suya sentado en el banquillo de los suplentes? Por supuesto que no. Nadie puede imaginar el impacto que tendría esa foto, el daño que haría a su imagen'. Como si fuera lo más evidente del mundo, Omar da Fonseca, representante de José Luis Chilavert, justificó así la negativa del portero paraguayo a acudir como reserva al partido que su equipo, el Estrasburgo, jugó en Bastia el sábado pasado.

Chilavert, el más controvertido y polémico guardameta, no se sentó en el banquillo y su representante negocia ahora, según informa la prensa argentina, su regreso al fútbol de ese país. El ex portero del Vélez Sarsfield anda en tratos con el Boca Juniors, que, si pudiera contar con él, traspasaría a su titular, el colombiano Óscar Córdoba, al Aston Villa, inglés, por 1.000 millones de pesetas. Terminaría así, de forma urgente, la segunda -antes jugó en el Zaragoza, también sin éxito- y fracasada aventura europea de uno de los mejores porteros del mundo.

Chilavert llegó a la Liga francesa, al Estrasburgo, el 1 de noviembre pasado. Llegó como gran inversión (más de 1.000 millones de pesetas) de talento e imagen por parte de un club especial; un club propiedad de IMG, la multinacional norteamericana de la representación y los derechos televisivos; un club, además, deshauciado, colista a perpetuidad en Primera y condenado al descenso; un equipo que cambió de entrenador el 27 de noviembre -Pouliquen sustituyó a Le Roy- y que desde entonces no ha ganado ningún partido.

De entrada, la fuerte personalidad de Chilavert chocó con la de sus nuevos compañeros, que, en palabras del presidente del club, Patrick Proisy, le 'acogieron mal'. Deportivamente, la cosa no le marchó mejor. En seis partidos le metieron nueve goles. Y, a su regreso de la tregua invernal, que aprovechó para jugar en Japón con la selección mundial, uno de los mejores porteros del mundo se encontró con la suplencia. Si puede entenderse que quiera regresar a Argentina, también es comprensible que el Estrasburgo le castigue por su indisciplina.

La primera sanción ha sido automática y económica, las 4/30 partes de su salario; la segunda, aunque el club no ha tomado aún ninguna iniciativa, podría ser la rescisión de su contrato. 'Chilavert no está pasado, no es un caso perdido', declara Proisy; 'sencillamente, la gente sólo se ha fijado en sus defectos, pero ahora debe luchar para recuperar la titularidad. Si no acepta la lucha deportiva, tomaremos medidas. No le hemos fichado para que se quede aquí tocándose las narices'.