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Jordi Pujol afirma que no se retirará antes del año 2003

Será hoy un día de intensas negociaciones. Por la mañana, Jordi Pujol conocerá de primera mano el principio de acuerdo al que han llegado Xavier Trias, por parte de CDC, y Núria de Gispert, por Unió. A primera hora de la tarde, Duran Lleida llega de su visita oficial a México [donde ayer se entrevistó con el presidente Vicente Fox]. A las 19 horas presidirá la ejecutiva de Unió y mantendrá un contacto con Jordi Pujol.

Los democristianos ya han asumido que el nombramiento de Artur Mas es imparable -Pujol piensa firmar el decreto mañana- y, por tanto, se trata de obtener contrapartidas. Unió reivindica más poder en el seno de CiU. Pujol y Duran cerrarán las negociaciones sobre la reestructuración del Ejecutivo.

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Pero UDC no se contenta con ganar cuota de poder. Quiere una negociación a fondo sobre la nueva fórmula que debe regir la coalición nacionalista. Núria de Gispert y Xavier Trias alcanzaron ayer un acuerdo formal para iniciar las conversaciones este mismo lunes. Los encargados de estas negociaciones serán designados el próximo fin de semana por los consejos nacionales que los democristianos celebrarán el sábado y los convergentes, el domingo.

Antes, sin embargo, Duran tendrá que lidiar con el comité de gobierno, en el que los barones territoriales de supartido le demandarán que tome alguna medida por el nombramiento de Mas como conseller en cap. Una decisión que los democristianos no dudan en calificar de 'provocación'. La dirección democristiana no quiere que la sangre llegue al río y que la venganza se traduzca en la creación de un grupo parlamentario propio en la Cámara catalana.

Una vajilla de 20 años

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Tras más de una semana de crisis, las aguas empiezan a volver a su cauce. Pujol y Duran avanzaron en esta línea, aunque el presidente de la Generalitat mantiene convencido su pulso. El líder de Convergència se refirió a ello ayer en una reunión a puerta cerrada con intelectuales del foro Catalunya demà. Pujol volvió al terreno de la parábola y comparó a CiU con una vajilla: no tiene demasiada importancia romper un plato de una vajilla que hace 20 años que se usa. El presidente de la Generalitat insistió en lo acertado de su decisión: 'Si no me hubiera decidido por Mas y hubiera dejado que continuase la pugna con Duran, el sucesor sería Pasqual Maragall', dijo. Un Pujol tranquilo volvió a coquetear sobre su futuro y recordó que él nunca ha dicho que no se volvería a presentar.

Pero de puertas afuera, Jordi Pujol midió sus palabras y quiso mantener la calma, al igual que Josep Antoni Duran Lleida. Desde México, el líder de Unió se mostró convencido de que ambos partidos superarán las diferencias. 'A pesar de la crisis que vive en estos momentos la coalición CiU, habrá forma de superarla, y pese a las dificultades, no se me ocurre un escenario diferente que el acuerdo', manifestó.

No obstante, el consejero no quiso extenderse en otros análisis y dijo: 'Mi obligación es gobernar y no perder el tiempo en estos momentos en hacer declaraciones sobre cuestiones de partido'.Pujol descartó ayer que el nombramiento de Artur Mas como conseller en cap suponga que vaya a cesar de su cargo antes del final de la legislatura, en el año 2003. En una entrevista en el programa La Columna, el presidente evitó concretar si esta designación supone nombrar a Mas como su sucesor. 'No sería lógico, yo no lo dejo porque aún tengo muchas cosas que hacer', manifestó. Jordi Pujol se mostró convencido de que la crisis abierta en CiU no desembocará en una ruptura de la coalición nacionalista porque, a su juicio, ello supondría un 'disparate'. Por este motivo, quiso mandar un mensaje de tranquilidad a todos los militantes nacionalistas.

En todo momento, el presidente intentó restar importancia y minimizar la crisis abierta en CiU y afirmó que la decisión de designar a Mas obedece a su deseo de traspasar al gestión del 'día a día' para quedar 'más libre, elevar el techo' de su 'reflexión' y de su 'actuación política' y centrarse así en los 'planteamientos más globales'. Es decir, que en un futuro piensa dedicarse a analizar más a fondo cuestiones como el reto de las nuevas tecnologías, la inmigración y la construcción europea y que, en esta nueva etapa, se sentirá 'más libre' para decir lo que piensa.

El presidente catalán admitió que esta designación supone un 'acto de confianza' hacia el actual secretario general de Convergència Democràtica y reconoció que 'tiene una gran trascendencia política', aunque evitó concretar si esta elección supone que apueste por él como su 'sucesor'. 'Es un asunto que no me preocupa', precisó.

Pujol destacó que tanto UDC como CDC han hecho 'mucho trabajo juntos' desde que hace 20 años se constituyó la coalición y que espera que esta alianza continúe muchos años más. En este sentido, dijo que siempre ha mantenido una disposición positiva a los planteamientos de la formación democristiana.

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