Bon Nadal

Después de haber leído recientemente escritos encantadores, relacionados con diversas ocupaciones que tienen que ver con lo público, no puedo menos que recordar los consejos que me daba mi abuela, tristemente fallecida hace tres años:Hijo mío si te metes en política es para forrarte, me decía la buena mujer; sólo un buen braguetazo o la política te colocarán donde mereces, y si me apuras, las dos cosas mejor. Porque el sistema democrático está viciado en sí mismo, y vosotros, los listos, con un poquito de gomina, un mucho de imagen, y con el control de los medios de comunicación podéis mangonear al personal cuanto haga falta.

Sólo es preciso que nadie lea o peor, que piense, pues entonces podrían cuestionarse vuestra pantomima; mucha imagen vacía para conseguir encefalogramas planos y acríticos. Y sobre todo no hacer muchas cosas, puesto que sólo puede aumentar vuestras probabilidades de errar, y recuerda, sólo la posibilidad de equivocaros puede arrebataros el poder eterno.

Eso sí inaugurar la nada cuantas veces haga falta, colocar la primera piedra cuantas veces sea preciso, si me apuras colocar una piedra detrás de otra, con mucho ruido, con fanfarria, en inauguración constante, en culto permanente a lo nuevo. Lo viejo, lo feo, lo que no tiene dinero, lo que no consume ocultarlo todo lo que podáis.

Una vez conseguida esta estabilidad que se me antoja infinita, metéis mano en la caja, pero de forma legal, con luz y taquígrafos y repartís el dinero de todos entre aquellos que os demuestren veneración absoluta, y que os hagan un buen patrimonio, sin que se note, para que el día de mañana no os falte de nada a ti y a tu familia.

Y no te preocupes, no tengas remordimientos ni escrúpulos, otros lo hicieron antes que vosotros, mientras controles los medios la sociedad dirá y pensará lo que tú quieras. Y el que venga detrás que arree.

Mi abuela era una sabia mujer analfabeta.- Ramón Pacheco Sarabia. Torrent.