'Poeta en Nueva York' se edita en alemán tras el fin del monopolio sobre García Lorca

Resucita Federico García Lorca en su versión alemana. Su obra ha quedado libre de los tintes con los que su traductor alemán, Enrique Beck, había teñido su obra. La editorial Suhrkamp acaba de publicar una versión de Poeta en Nueva York en la que un joven filólogo y traductor "deja a Lorca tan fino y suave como se puede llegar a hacerlo en alemán", según afirma Paul Ingendaay en su crítica publicada en el ...

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Emociones profundas

Resucita Federico García Lorca en su versión alemana. Su obra ha quedado libre de los tintes con los que su traductor alemán, Enrique Beck, había teñido su obra. La editorial Suhrkamp acaba de publicar una versión de Poeta en Nueva York en la que un joven filólogo y traductor "deja a Lorca tan fino y suave como se puede llegar a hacerlo en alemán", según afirma Paul Ingendaay en su crítica publicada en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. "El que no domina el español no es capaz de imaginar al [verdadero] Lorca detrás del ruido producido por la orquesta de tercera categoría que es Beck", señala Ingendaay.Suhrkamp rompió con el monopolio de Beck en el año 1998, cuando convenció, mediante informes de expertos literarios, a la familia de García Lorca de que era necesario reeditar su obra. El creador del poeta García Lorca alemán, Martin von Koppenfels, se cuidó de conservar el lenguaje sencillo que caracteriza este relato de viaje poético lleno de exclamaciones enfáticas. En el nuevo Poeta en Nueva York, el "plátano" del 'Son de Negro' continúa siendo un plátano y no es sustituido por una "Pisang", una planta tropical, como en la versión de Beck. Kopenfeld comentó que el problema de la versión de Beck, que falleció hace 25 años, es que éste se identificaba "desenfrenadamente con Lorca" y que "creía que nadie le entendía tan profundamente como él". Si se compara la versión alemana de Beck con el texto fluido, rítmico y lleno de expresiones impulsivas de Lorca, es obvio que su lenguaje "demasiado elaborado" dificultaba al lector alemán para comprender a García Lorca. En definitiva, Beck subordinó Lorca a las coordenadas de la sociedad alemana en las que él vivía.

Koppenfeld admite que no puede haber un copia exacta de Lorca en alemán. "En Alemania no se acostumbra a expresar emociones profundas", dijo Koppenfeld. Éste es el motivo por el cual silenció un poco el tono "cuando el temperamento del sur de España le sonaba demasiado exótico", según destaca el crítico Ingendaay y subraya el mismo Koppenfeld. El filólogo, que tradujo la obra directamente del manuscrito original que se encontró en 1997, está convencido de que tuvo que reducir también el patetismo por falta de una tradición de metafórica barroca como la hay en España.Otros cambios en relación a la versión de Beck se deben a que Koppenfels utilizó el texto original. Según el filólogo, no existe además en alemán la posibilidad de mantener durante varios versos un ritmo suelto como se encuentra en la poesía de Poeta en Nueva York.

Desde que Suhrkamp consiguió el derecho a publicar nuevas traducciones de la obra de Federico García Lorca en 1998, la editora ha publicado La casa de Bernarda Alba, en una versión de Hans Magnus Enzensberger, en 1999, y Bodas de sangre, de Rudolf Wittkopf, del mismo año.

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