Seguridad alimentaria

El Gobierno de Galicia pone en cuarentena 46 explotaciones por el riesgo de 'vacas locas'

La medida se adopta cuando una res sufre una enfermedad nerviosa o muere sin causa conocida

La Xunta de Galicia admitió ayer que ha puesto en cuarentena 46 explotaciones ganaderas en las que se hallaron reses con enfermedades aún sin determinar o con síntomas semejantes a los del mal de las vacas locas. Esas granjas tienen prohibida la compraventa de animales hasta conocer los resultados de los análisis de las muestras enviadas al laboratorio de referencia de Zaragoza, el único de España especializado en encefalopatía espongiforme bovina (EEB). El Gobierno gallego reveló estos datos después de que una asociación de ganaderos protestase por la inmovilización de sus granjas.

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La Xunta de Galicia admitió ayer que ha puesto en cuarentena 46 explotaciones ganaderas en las que se hallaron reses con enfermedades aún sin determinar o con síntomas semejantes a los del mal de las vacas locas. Esas granjas tienen prohibida la compraventa de animales hasta conocer los resultados de los análisis de las muestras enviadas al laboratorio de referencia de Zaragoza, el único de España especializado en encefalopatía espongiforme bovina (EEB). El Gobierno gallego reveló estos datos después de que una asociación de ganaderos protestase por la inmovilización de sus granjas.

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La Xunta trató de restar importancia al número de explotaciones sometidas a cuarentena en las últimas semanas. En Galicia, en una pequeña explotación de Carballedo (Lugo), se detectó el primer caso de vacas locas registrado hasta ahora en España. Un portavoz de la Consejería de Agricultura explicó que, desde que en 1997 comenzaron las inspecciones para vigilar la posible extensión a España de la enfermedad, se han inmovilizado periódicamente todas las granjas donde un animal moría en circunstancias sin aclarar o presentaba algún tipo de enfermedad nerviosa.Según las citadas fuentes, las medidas tomadas últimamente no responden a una situación extraordinaria y, en muchos casos, se adoptaron antes del pasado 22 de noviembre, cuando se confirmó que la res muerta en Lugo tenía el mal de las vacas locas. En todo caso, llama la atención que sean 46 el número de explotaciones sometidas actualmente a cuarentena, ya que, el mismo día 22, el propio consejero de Agricultura, Castor Gago, afirmó que el número de casos analizados por sospechas de EEB, desde principios de año hasta entonces, era de 132.

Las granjas inmovilizadas tienen prohibido comprar o vender ninguna res y sólo pueden comercializar su leche, cuyo consumo no transmite la enfermedad. Deberán permanecer en situación de cuarentena hasta que los análisis del laboratorio confirmen el mal que padecían las vacas sacrificadas en las que se advirtió algún síntoma sospechoso.

Hasta ayer, la Xunta sólo había informado de la inmovilización de seis explotaciones, todas relacionadas con el caso de Lugo y con otro de una vaca de Coristanco (A Coruña) que se sospecha murió de EEB, aunque los resultados de los análisis no son concluyentes. De hecho, ayer por la mañana, Gago compareció en el Parlamento autonómico para informar del seguimiento de la enfermedad y entre los datos que ofreció no figuraba el del número de explotaciones inmovilizadas. Ya por la tarde, la Federación de Productores Lácteos (FEPLAC) convocó una rueda de prensa para quejarse de la falta de explicaciones oficiales sobre los motivos por los que ocho granjas, que suman un millar de cabezas de ganado, permanecían en cuarentena. Fue entonces cuando la Xunta informó de que en total eran 46 el número de explotaciones que tienen prohibida la compraventa de vacuno y explicó que se trataba de un "control habitual" desde hace tres años.

Los dirigentes de la FEPLAC, una asociación que agrupa a grandes ganaderos, aseguraron que inspectores veterinarios retiraron reses de sus explotaciones para ser sacrificadas hace un mes y medio. Según su versión, fue hace quince días cuando se les comunicó que las muestras de las vacas estaban siendo sometidas a análisis y se les ordenó la puesta en cuarentena.

En su comparecencia ante el Parlamento, el consejero Castor Gago se esforzó por convencer a la oposición de que el Gobierno autonómico del PP ha actuado con "total transparencia" para prevenir a los ciudadanos. Sin embargo, los diputados del BNG y PSOE le recordaron que el día antes de que se anunciase el primer caso de vacas locas, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se ufanó de que "gracias a Dios" Galicia se estaba librando del mal.

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