Vuelve Guardiola
El capitán del Barça, listo para jugar tres meses después de lesionarse
Aunque fuera por un rato, Guardiola regresó el pasado miércoles al Camp Nou con motivo del partido contra la droga (1-2 para el combinado de la Liga frente al Barcelona). Se le vio feliz y ayer, tras la reaparición, dijo estar contento porque el tobillo izquierdo le respondió pese a las dificultades de la cancha ante tanta lluvia como cayó en el estadio del Barça. Tres meses después de ser operado, tras lesionarse en un entrenamiento de la selección española en Mestalla (29 de agosto), Guardiola se siente de nuevo futbolista en activo."Me fue bien, sobre todo para probarme y volver a coger el juego de posición, medir las distancias, coger el tono". Aguantó media parte, pero difícilmente viajará hoy a Vigo para jugar mañana contra el Celta, aunque falto como está el equipo de referentes y presa del desánimo como se encuentra el club, igual acaba por hacer la maleta para Balaídos.
La vuelta de Guardiola no sólo supone recuperar a un futbolista sino que significa rescatar un ideario. Guardiola lleva mucho equipaje encima: la pelota, el metro para medir el campo, la zamarra del 4, el escudo, el brazalete de capitán, y con ello una forma de entender el fútbol y también la institución, justamente lo que echa en falta el Barcelona.
Pocos jugadores leen el juego y comprenden la entidad como Guardiola. El medio centro azulgrana marca las líneas del campo, pide el balón, igual toca para las bandas que tira en profundidad, aclara o recoge, manda parar o jugar, según convenga. En la cancha, pocos saben interpretar el fútbol como el capitán, y en la sala de prensa y en el vestuario nadie lo explica tan clarito como él.
En épocas de mediocridad, se necesitan jugadores inteligentes e intervencionistas como Guardiola. Juegue más o menos, el regreso del capitán azulgrana aporta lucidez y trempera, el mejor remedio para combatir la tristeza que atenaza al Barcelona.
"La eliminación de la Liga de Campeones supuso un contratiempo moral", razona. "Pero no nos queda otro remedio que seguir creciendo y centrándonos en la Liga. Si el equipo es capaz de sumar tres o cuatro buenos resultados consecutivos, nos pondremos arriba en la clasificación".
La renovación
A la que Guardiola ha regresado a la escena, el presidente azulgrana Joan Gaspart vuelve a la carga con la renovación. La junta directiva pretende prorrogar el contrato del jugador, que acaba el próximo 30 de junio, pero el capitán ha dado largas al asunto, porque primero quiere reincorporarse al equipo, sentirse bien y después ya dirá. Gaspart le ofreció la renovación hace tres meses, justo antes de entrar en el quirófano para operar su tobillo izquierdo, un gesto que Guardiola agradeció, pero prefirió aguardar, y ahora insiste en mantenerse a la expectativa. No es una cuestión de especular ni de negociar con otras ofertas sino de volver a jugar, calibrarse y tomar una decisión que le convenza. El Barcelona parece dispuesto a ofrecer a Guardiola, de 29 años, un contrato por cuatro temporadas más.
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