El Mallorca zurra al Barcelona

El Barça se fundió ayer en Son Moix. Mallorca siempre se le atraganta. Los azulgrana pasaron por la casa de Serra Ferrer sin dejar la menor pista de sus últimos pletóricos 10 días. Todo para olvidar. El mallorquín no quería oír hablar de relajación, pero el Barça de ayer fue muy distinto al que jugó con el Madrid, el Milan y el Leeds. Como si estuviera exprimido. Falló de arriba abajo: erró en el gol (Rivaldo no siempre puede ser el dios), en la dirección (a Xavi ni se le vio) y Dutruel pagó caro estar bajo sospecha. El francés no se entendió por dos veces con Sergi, y Eto'o e Ibagaza, más listos, más puestos, transformaron los dos errores en gol. Serra Ferrer apostó al final por el talento de Gerard, Iván de la Peña y Alfonso, pero todo fue inútil. El liderato provisional pasaba por las islas, pero el Barça ni se enteró. Y Son Moix celebró con olés la segunda victoria del año.Parece una tradición: pero el viaje a Mallorca suele ser un hueso para el Barça. Perdió hace dos años, hace uno y otra vez anoche. Reconfortado por su última reacción -ganó al Racing y empató en Riazor-, el equipo de Luis Aragonés decidió sentenciar el partido por la vía rápida. El Mallorca cumplió el guión a la perfección: presionó por todo el campo y acorraló a los azulgrana, que cedieron un gol de inmediato. Fue, como en Leeds, otra vez un gol temprano. Ibagaza se plantó en el área, Dutruel despejó con el cuerpo el balón y por allí apareció Eto'o, que robó el cuero a un despistado Sergi para marcar. El gol sacó al Barça de Son Moix, mientras que el Mallorca se creció: ahogó el medio campo azulgrana y buscó el tanto en las carreras de Finidi y las internadas de Luque y Eto'o.

No estuvo nunca el Barça en el partido. Luis había vaticinado que era vital anular a Xavi, y su pizarra lo demostró. El mediocentro, bien vigilado, no fue ayer el de otros días. El balón corrió lentamente y el equipo lo acusó. Pero no fue un problema sólo de Xavi: Sergi subió poco por su banda, Simão desafinó, Dani desperdició dos ocasiones y Rivaldo sólo pudo probar el remate en una falta desde fuera del área. O Abelardo, con un cabezazo alto. Cocu, que se hinchó a recuperar balones, no pudo con todo. El Barça parecía otro: nada delante y desnudo por atrás, exponiéndose a los rápidos contraataques del Mallorca, que pagó su miopía ante la puerta. Pudo marcar Luque de tacón y después de un chut lejano, luego Eto'o de cabeza y, al filo del descanso, otra vez Luque. Pero el juez de línea señaló fuera de juego antes de que el delantero batiera a Dutruel en una acción legal. El error arbitral enfureció a la hinchada, aunque su ira duró poco. Los planes de Serra Ferrer en el descanso apenas tuvieron tiempo de surtir efecto: cambió a Reiziger por Gerard -calentaba ya cuando se cumplió la media hora- para ganar profundidad en la delantera. Pero el Barça seguía en las nubes, y se vio enseguida: sacó del medio campo y el árbitro señaló falta porque Rivaldo tocó dos veces el balón en lugar, como es reglamentario, de pasarlo a un compañero. Pareció por un momento que el Barça despertaba, pero el Mallorca le quitó la ilusión: Luque se escapó tras un córner botado por el Barça, Dutruel rechazó, Sergi apareció otra vez por allí y los dos dudaron. No lo hizo Eto'o, más listo otra vez, que pasó el balón a Ibagaza para que marcara. El lateral acabó con las manos en la cabeza y el francés desesperado. Tuvo suerte el Barça de no encajar el tercero: Puyol sacó desde la línea un chut de Finidi.

O perder por goleada o reaccionar. Serra Ferrer sustituyó a Xavi por Lo Pelat, que no jugaba desde Anoeta, y a Luis Enrique por Alfonso. Luis no se fíó y reaccionó con más cambios para contener. Pero sus precauciones fueron excesivas: en toda la segunda parte sólo Rivaldo acarició el gol tras una asistencia de Iván. Stankovic, lesionado durante meses, salió unos minutos para completar una noche redonda del Mallorca: estuvo cerca de golear al Barça, que se fue de la isla con el marcador a cero, sin dejar rastro, con las dudas en la portería agigantadas y la cabeza gacha.