Día horrible para El Guerruj y Jones
El marroquí, que no perdía desde 1997, sólo fue plata en 1.500, y la estadounidense sucumbió en longitud
Probablemente Hicham el Guerruj sintió ayer envidia de Marion Jones, cuya derrota en la prueba de longitud pone fin a la aventura que había comenzado en Sydney. Buscaba un lugar en la historia, por encima de Jesse Owens y Carl Lewis, los dos únicos atletas que habían conseguido cuatro medallas de oro en una misma edición de los Juegos. Marion Jones perseguía cinco victorias, empresa de una magnitud homérica que se quebró por las deficiencias de la atleta estadounidense como saltadora. Fue superada por la alemana Heike Dreschler, saltadora por naturaleza, con un largo historial de victorias que se abrió hace 17 años en los Mundiales de Helsinki. Dreschler lleva el salto en la piel. Marion, no. Ésa fue la diferencia.Marion Jones confesó su tristeza ante la evidencia del sueño roto, pero lo suyo resulta infinitamente más amable que el drama de El Guerruj. La velocista norteamericana saldrá de estos Juegos al menos con dos medallas de oro, a la espera de lo que suceda en las pruebas de relevos. El Guerruj abandonará Sydney con una medalla de plata en 1.500, su finca particular durante los últimos cuatros años. Hay que remontarse a 1997 para encontrar en los archivos la última derrota del mediofondista marroquí. Desde Atlanta, ha ganado dos campeonatos del mundo y ha logrado los récords mundiales de 1.500 metros y la milla. Sólo tenía pendiente una cuenta con los Juegos. En Atlanta perdió en una caída la oportunidad de ganar. Aquel episodio marcó la trayectoria de un atleta que tenía todo dispuesto para cumplir su gran objetivo.
En uno de los actos más sorprendentes de estos Juegos, El Guerruj fue vencido por el keniano Noah Ngeny. No es la primera vez que los kenianos saltan la banca en el mediofondo. En los Juegos de México 68, Kipchoge Keino -el encargado de entregar la medalla a Ngeny- superó al estadounidense Jim Ryun, que venía a ser en aquellos días lo que El Guerruj en esta época. Como el marroquí, Ryun tampoco pudo completar con una victoria olímpica el círculo mágico de los atletas que se adelantan a sus tiempos. Cuatro años después, en Múnich, el atleta de Kansas sufrió un tropezón en una eliminatoria y no pudo pelear por el oro. Una historia paralela a la de El Guerruj, cuyo abatimiento tras la carrera explicaba el tamaño de la derrota.
El protagonismo de los españoles en el estadio fue más acusado que otros días. En los 3.000 metros obstáculos, Luis Miguel Martín Berlanas estuvo a punto de alcanzar un puesto en el podio. Montxu Miranda compitió dignamente en la final de pértiga. Andrés Díaz y Juan Carlos Higuero acabaron séptimo y octavo en 1.500. Valentín Massana, cuarto, ofreció una hermosa actuación en los 50 kilómetros marcha. Todos ellos estuvieron en el nivel que acostumbran, cosa que apenas había ocurrido hasta ayer.
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