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SYDNEY 2000

España vence a Italia a lo grande

El equipo de Sáez supera a los 'azzurri' en todos los terrenos y jugará las semifinales ante EE UU

España supo desde el principio que no le bastaba con jugar bien. Para derribar a la bella y arrogante Italia necesitaba ampliar su repertorio: unas dosis de intimidación, otras de paciencia, muchas de concentración y unas pizcas de instinto asesino. Todo eso lo tuvo ayer España, que además contó con Xavi. O sea, el fútbol. Su naturalidad para dirigir el juego de España, la sencillez con la que hizo fluir el balón de un lado a otro, esquivando los mordiscos de los fogosos italianos, resultó emocionante. Completó su magistral actuación como la empezó: con un sencillo pase interior a Gabri que éste convirtió en oro. Gabri, que tan fresco ha llegado a estos Juegos, entró al final del encuentro para remachar. Para meter a su equipo en la semifinal, en la que se enfrentará a Estados Unidos el martes.Cierto es que ayer Xavi estuvo muy bien acompañado. Por Toni Velamazán, por ejemplo, un interior derecho de gran inteligencia. Sabe cuándo entrar hasta el fondo, cuándo frenar o cuándo emprender la carrera en diagonal. Es el capitán del grupo y uno de los más respetados. Por detrás, de la guarida cuidaba Albelda. El centrocampista del Valencia neutralizó la superioridad muscular de los italianos con un despliegue físico espectacular. Albelda fue tan duro como el que más, y nadie le ganó en el cuerpo a cuerpo. En el mismo caso anduvo Puyol, una sorpresa en la alineación que resultó decisiva. Sáez lo colocó en el lateral izquierdo y le mandó lidiar con el bravo Gattuso, un centrocampista del Milan de enorme potencia. Pues bien, del choque de trenes, salió siempre vencedor Puyol.

ITALIA 0 - ESPAÑA 1

Italia: Abbiati; Grandoni, Zanchi, Cirillo; Gattuso, Zanetti, Ambrosini, Vannucchi; Pirlo; Comandini (Margiottta, m. 87) y Ventola. España: Aranzubía; Lacruz, Marchena (Unai, m. 45), Amaya, Puyol; Velamazán, Albelda, Angulo; Xavi; Tamudo (Gabri, m. 69) y José Mari. Goles: 0-1. M. 86. Xavi mete un pase interior dentro del área a Gabri, que se resuelve y dispara cruzado. El balón golpea en el poste y entra. Árbitro: Carlos Simón (Brasil). Amonestó a Albelda, Cirillo, Zanetti, Velamazán, Ventola y Zanchi. Unos 30.000 espectadores en el estadio de fútbol de Sydney.

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Italia fue fiel a sí misma. A su manera de cocinar los partidos. A su desprecio por el balón. A su adoración por los pequeños detalles y por la táctica. Sólo Pirlo se salió del guión, puso su gran talento al servicio de sus delanteros en forma de hermosos pases en profundidad. Pero éstos los desperdiciaron. Por falta de pericia en ocasiones. Por el excelente partido de Aranzubía en otras. El meta del Athletic estuvo rápido en las salidas y ágil en las paradas.

España mató a Italia a la manera italiana: al final del partido y cuando parecía que los azzurri habían tomado el mando. No se sabe muy bien por qué España se dio de baja durante 15 minutos. Sufrió una bajada de tensión que parecía mortal ante los expertos italianos, que empezaron por primer vez a asediar a Aranzubía. Pero de pronto, España resurgió. Apareció Xavi, se conectó con Gabri y éste la enchufó cruzada donde no alcanzaba el espigado Abbiati.

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