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SYDNEY 2000

El 'Dream Team', obligado a dejar su hotel por un grupo de manifestantes

Robert Álvarez

El precio de un gran hotel

Los millonarios componentes del Dream Team ya están en Sydney pero después de haber pasado un mal trago. Alojados en el lujoso hotel Crown Casino Hotel de Melbourne, donde han coincidido con la celebración del Foro Económico Mundial contra el que varios cientos de personas se manifiestan desde el lunes, las figuras de la NBA quedaron atrapadas en el autobús que las trasladaba para efectuar un entrenamiento antes de volar a la ciudad sede de los Juegos. Después de que el día anterior y por idéntico motivo el Dream Team tuviera que sustituir el entrenamiento previsto por una sesión de vídeo y algunas carreras y ejercicios de pesas en el interior del edificio, los dirigentes de la federación de Estados Unidos decidieron que las dos selecciones de baloncesto, masculina y femenina, abandonaran el hotel a las 6.45 de la mañana. Pero allí seguía un centenar de manifestantes que, en primera instancia y después de una votación, se mostraron decididos a impedir que el autobús avanzaran ni un solo metro.Los manifestantes no se creían que fueran los integrantes del Dream Team quienes viajaban en el vehículo. Hasta que Yanni Cotis, un joven de 21 años de Adelaida con corte de pelo al estilo mohicano dio su consentimiento, la expedición estadounidense no pudo proseguir su viaje, lo cual hizo exclamar a Allan Houston, jugador de los Knicks de Nueva York: "¿Dónde estamos para que la federación tenga que pedir permiso a un tipo con esos pelos para que podamos salir del hotel?".

Los directivos del baloncesto estadounidense habían sido advertidos hace algunos meses de que en el Crown Casino Hotel de Melbourne podían ser víctimas de las protestas de los manifestantes similares a las que arrasaron Seattle hace justamente un año porque que en el mismo iba a celebrarse el Foro Económico Mundial, pero decidieron mantener la elección.

El Dream Team, como en ocasiones precedentes, no se alojará en la villa olímpica como la mayoría de deportistas sino en otro lujoso hotel de Sydney. "Me imagino que este es el precio que hay que pagar por estar en la clase de hoteles en que estamos", manifestó Sheryl Swoopes, una de las figuras del equipo femenino que el lunes, a diferencia de sus colegas masculinos, sí que acudió al pabellón elegido para efectuar su entrenamiento aunque las jugadoras se fueron del hotel a pie y tuvieron que regresar en barco.El episodio puso de relieve la dificultades de la policía australiana para impedir que la solución al mismo quedara en manos del líder de los manifestantes.

Los integrantes del Dream Team pudieron efectuar un entrenamiento de unas dos horas de duración antes de emprender viaje hacia Sydney. "Algo que he aprendido hace mucho tiempo es a esperar lo inesperado, y éste es uno de esos casos", declaró el seleccionador estadounidense, Rudy Tomjanovich. "Era conveniente marcharnos y recuper nuestra libertad".

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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