Cuatro candidatos, como mínimo, aspirarán a la secretaría general del PSPV en el congreso

Hasta cuatro candidatos, al menos, competirán por la secretaría general del PSPV en el próximo congreso que este partido celebrará los días 22, 23 y 24 de septiembre en Alicante. Por el momento, sólo uno ha hecho pública su voluntad de optar al cargo: Francesc Baixauli, ex alcalde de Silla y teórico del Movimiento Para el Cambio (MPC). No correrá en solitario. Joan Ignasi Pla, diputado y efímero secretario general de los socialistas valencianos; José Luis Ábalos, secretario general de Valencia, más un cuarto, que podría ser apoyado por Ciprià Ciscar, estarán en liza.

La 'no derrota' de Ciscar

Los dirigentes socialistas han convertido agosto en un mes hábil con constantes reuniones y con los teléfonos móviles a pleno rendimiento. Menudean los contactos y las conversaciones exploratorias. De estos encuentros queda claro quiénes se autoexcluyen, pero todavía no quiénes se postulan para el cargo. De un lado, Joaquim Puig, alcalde de Morella y diputado autonómico, ya ha hecho saber a sus interlocutores que no tiene interés en la secretaría general. De otro, Ana Noguera, portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, ha alegado razones personales y políticas para descartarse. La concejal ha sido madre recientemente y su candidatura colisionaría con la de José Luis Ábalos, agravando la crisis en la comarca de Valencia.Por otra parte, es un hecho que el ex secretario federal de Organización, Ciprià Ciscar, tampoco presentará su candidatura a la secretaría general de los socialistas valencianos; aunque su influencia, si mantiene el bloque de apoyos que consiguió en el congreso federal, puede ser determinante en la elección del máximo responsable del PSPV-PSOE.

La aparición de tres aspirantes de la coordinadora que aglutinaba el bloque anti-Ciscar provocará necesariamente una dispersión de la actual mayoría, pero ésta es una situación que aparentemente no preocupa a Joan Ignasi Pla, para quien "Ciscar practica una política basada en la confrontación a partir de la cual, desde ahora, no podrá mantener la unidad entre sus partidarios, unidad que empieza a disolverse. El resto de sensibilidades del partido tenemos la necesidad de buscar una salida compartida a la actual situación".

Sin embargo, Pla, Ábalos y Baixauli se disputan el mismo segmento de votos. Si bien es cierto que éste último parece que corre por libre mientras que los dos primeros muestran como avales el haber apostado desde hace varios años por la renovación.Y, en el caso de Ábalos, también pesa su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero y el haber sido elegido como portavoz de la delegación valenciana en el congreso federal. Con todo, el secretario general de la ciudad de Valencia cree que "es estúpido" establecer paralelismo entre el congreso del PSOE y el del PSPV. Ábalos, que como Pla aún no ha anunciado oficialmente su candidatura, apuesta "por un cambio profundo desde la mayoría, sin rupturas. Es necesario cerrar las fracturas existentes con direcciones sólidas, respetadas por su legitimidad democrática". El concejal de Valencia también cree que es prematuro hablar de alianzas: "Hasta que la militancia elija a los delegados al congreso todo es hablar por hablar".

Pero esta exquisitez formal contrasta con la actividad que durante este mes de agosto desarrollan todos los representantes de las diferentes familias socialistas. Las conversaciones exploratorias que se están desarrollando no descartan ningún tipo de salida e incluyen algún nombre que aún no ha salido a la luz, pero cuyo perfil se conoce: 40 años, profesional, con experiencia política y alejado de las luchas fratricidas que han asolado el socialismo valenciano. Un mirlo blanco que suscitaría amplios apoyos, incluidos los que ahora todavía mantiene Ciscar.

El único obstáculo con que podría encontrarse este tapado, que no necesariamente hay que buscar en las filas de los seguidores del ex secretario de Organización del PSOE, es que al final los seguidores de Pla y Ábalos sumaran sus votos con tal de evitar la victoria de un candidato que, de algún modo, implicaría la no derrota de Ciprià Ciscar, repitiendo así la maniobra que los guerristas realizaron en el congreso federal para impedir que José Bono lograra la secretaría general.No pocos dirigentes, sin embargo, exploran en la actualidad esa salida para evitar la imagen de un partido dividido en el que haya vencedores y vencidos. La propuesta, según sus patrocinadores, que, de momento, prefieren mantenerse en el anonimato, contaría con la ventaja de ser integradora, renovadora y evitaría cualquier tipo de fractura interna, incorporando incluso a militantes que tienen una amplia trayectoria y experiencia política.

De momento, pese a su frenética actividad, todos, salvo Baixauli, disimulan. Como dice Ábalos, "hasta que no se elijan los delegados, todo es hablar por hablar". Pero quienes se han tirado a la arena y quienes esperan a ver cómo evolucionan los acontecimientos aprovechan sus vacaciones para consolidar unas posiciones que saben más débiles de lo que aparentan en sus manifestaciones.