Aumenta la exportación de libros a la Unión Europea y disminuye en América Latina

El sector editorial facturó 72.662 millones de pesetas en 1999 por las ventas al extranjero

El III Congreso Nacional de Editores, que se clausura hoy en Bilbao, vivió ayer un día intenso de trabajo. Tan intenso fue que por un buen rato se olvidaron de los descuentos en los libros de texto y los congresistas se dedicaron a digerir con gran aplicación la avalancha de cifras y datos que se les facilitó. Buena parte de la mañana la ocupó el análisis del comercio exterior del libro y de la repercusión del idioma español en el extranjero. En 1999 se facturaron 72.662 millones de pesetas por la exportación de libros. Se incrementaron a la Unión Europea (en un 15,65%, 32.602 millones de pese...

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El III Congreso Nacional de Editores, que se clausura hoy en Bilbao, vivió ayer un día intenso de trabajo. Tan intenso fue que por un buen rato se olvidaron de los descuentos en los libros de texto y los congresistas se dedicaron a digerir con gran aplicación la avalancha de cifras y datos que se les facilitó. Buena parte de la mañana la ocupó el análisis del comercio exterior del libro y de la repercusión del idioma español en el extranjero. En 1999 se facturaron 72.662 millones de pesetas por la exportación de libros. Se incrementaron a la Unión Europea (en un 15,65%, 32.602 millones de pesetas) y disminuyeron a Iberoamérica (un 16,95% menos que en 1998, 33.328 millones de pesetas).

En un detallado informe, elaborado por Antonio Roche, de la editorial Biblioteca Clásica, se especifica que la razón fundamental del descenso de exportaciones a Iberoamérica se debe al desplome de Brasil, un 65% menos que el año anterior, y también a los descensos en Argentina, Colombia y Chile. "La tendencia de las cifras de Iberoamérica es a disminuir o, en todo caso, a mantenerse", afirmó, mientras que la de la UE "es a incrementarse". El país europeo que más libros españoles compra es Francia, seguido por el Reino Unido. En lo que va de año, hasta mayo, se ha exportado por valor de 34.842 millones de pesetas, un 17,38% más que en el ejercicio anterior. Los libros vendidos a Iberoamérica han aumentado un 3,22% y los adquiridos por la Unión Europea un 29,21%. La exportación a EEUU se ha incrementado en un 65%."Hay más de 350 millones de hispanohablantes en el mundo y a mediados del siglo XXI la población hispanohablante crecerá fuera de sus fronteras naturales, hasta alcanzar los 500 millones de personas", añadió Francisco A. Marcos, director académico del Instituto Cervantes. "El español se ha convertido ya en una lengua de prestigio, que ha crecido mucho en los últimos años".

Se notó en la sala del Palacio Euskalduna una cierta sensación de satisfacción e incluso de triunfalismo, pero la directora de la División de Promoción de Servicios y de Coordinación del Instituto Español de Comercio Exterior, Fabia Buenaventura, se encargó de leerles la cartilla a los editores. La Administración, afirmó, está dispuesta a facilitar dinero público para la promoción exterior, pero basta ya, vino a decir, de que los editores españoles pidan subvenciones para llevar al Liber a sus "clientes tradicionales que ya tienen cautivos".

La de ayer fue una jornada feliz llena de buenas noticias. Una, aún no confirmada, es que El Corte Inglés, una de las principales grandes superficies españolas, se alineará con los libreros en la polémica de los descuentos ilimitados en el precio de los libros de texto. Ramón Pernas, director de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, afirmó: "Se decidirá el lunes, pero El Corte Inglés se considera también librería , por lo que es lógico que su posición esté próxima a la de los libreros". Por otra parte, la Federación de Cámaras del Libro firmó ayer un convenio con el BBVA por el que el banco les facilitará una serie de ventajas económicas, desde créditos hasta financiación de proyectos, ayudas para la exportación, banca electrónica, ofertas al colectivo de trabajadores, seguros, presencia en el centro comercial BBVA en Internet o colaboración con la Fundación BBVA.

Otra buena noticia es que el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) ha decidido, por fin, asumir la gestión de los derechos de autor de textos digitales, encargo que se le hizo en el anterior congreso de editores, hace dos años en Benalmádena. Juan Molla, el presidente de CEDRO, y Magdalena Vinent, la directora, explicaron que para "preparar contratos para los usuarios" deben esperar a la nueva directiva europea, que esperan sea aprobada en otoño. De la Ley de Propiedad Intelectual ante los retos tecnológicos, de la piratería y de la reprografía ilegal se habló mucho ayer en otra de las sesiones maratonianas del congreso, moderada por Federico Ibáñez, de la editorial Castalia y vicepresidente de CEDRO. Intervinieron Carmen Barvo, ex responsable del Centro Regional de Fomento del Libro de América Latina y del Caribe y ahora consultora independiente, y Santiago Muñoz, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad Complutense de Madrid.

Las horas pasaron volando pero hubo tiempo para enterarse, por ejemplo, de cuál es el panorama actual de la edición en Euskadi. José M. Sors, de Elkarlanean, explicó que cuando se habla de la edición vasca debe interpretarse en el sentido lingüístico. "El ámbito de la edición en euskera no es la comunidad vasca, sino Euskalherria". Una de las dificultades que afrontan es la de las tres administraciones, la vasca, la navarra y la francesa, que tienen jurisdicción en el tema y diferentes normas. "Desde hace 15 años pedimos una ley de protección del libro vasco. Las editoriales deberían también poder tratar con Industria y no únicamente con Cultura".

La situación de la edición en euskera no es boyante ("hay una competencia muy fuerte de los libros en castellano y en francés"), pero sí muy esperanzadora. "El crecimiento ha sido vertiginoso". En 1976, después de la muerte de Franco, se publicaron 150 títulos, y al año siguiente, 243. En la actualidad son 1.400. Existe un catálogo vivo de 5.000 títulos en euskera y también comparten problemas con el resto de España, por ejemplo, aumentan los títulos y bajan las tiradas.

Lección magistral de Atxaga

"Ustedes habrán hablado estos días de cifras, de informes, de futuro; seguro que no han hablado de las avestruces, ya sé que no es un tema muy importante. Si algún familiar mío estuviera aquí pensaría que es una extravagancia". Y Atxaga llevó a los editores al mundo de la literatura de la mano de un bicho que no tiene prestigio y que no necesita compasión de nadie. Para referirse al avestruz, el escritor citó a Plinio y habló en latín, de ahí pasó al Bestiari català, escrito hace más de cuatro siglos, y habló en catalán. Después les llevó a la hambruna africana y habló en el idioma del pueblo somalí y mencionó un canto bosquimano. Luego, Atxaga habló de Oteiza, y pasó a los occitanos y a los griegos, y nos habló también del patito feo y de Goethe y de sus editores.

En un imaginario viaje por la carretera número 27 de Guipúzcoa, la que lleva a la casa en donde nació, Atxaga recordó un encuentro con el fabuloso editor italiano Giulio Einaudi, que le habló un día en Turín del "achatamiento editorial mundial". Bernardo Atxaga, que con su ironía y humor hizo reír y pensar a los fatigados participantes del Congreso de Editores, se puso serio: "La literatura es un pueblo, pero ahora no hay pueblo que valga". Fue una magnífica lección de literatura

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