Radicales

Los gaditanos disponen de una nueva opción política: el Partido Cádiz Radical (PCR), y de un émulo de Enma Bonino, Adolfo Gómez, al que su amigo italiano afincado en Arcos de la Frontera Cosimo Rocco le ha dicho que sí, que eso funciona, y que ánimo. Desde hace una década, Gómez promueve, con tenacidad insobornable, que Cádiz tenga una plaza de toros. Sin abandonar la lucha, ha optado también por un partido multiusos, porque confiesa: "Siempre he tenido en la pelota el presentarme a unas elecciones políticas". Y define al PCR: constitucional, democrático y negociador, lo cual no deja de ser un consuelo.El PCR tiene ya definida su estrategia política: será radical con el paro y la infravivienda; potenciará la libertad de expresión y condenará los malos tratos. Eso sí, legalizará las drogas blandas aunque "no sea competencia del ayuntamiento". El clarificador comunicado que remite Gómez deja claro que apostarán por el segundo puente y por un "equipamiento multiusos". Advierte, a modo de bando primero: Se hace saber que los censados en Cádiz serán los que trabajen en las obras que se hagan en la ciudad.

En todo ha pensado el PCR, que debe cobijar a una sensibilidad chovinista mayoritaria, autora de la parte dura del programa: "Defenderemos el estilo de llevar los pasos del cargaor gaditano en la Semana Santa, abogaremos por el uso en los plenos del habla de Cádiz y, por consiguiente, recomendamos el libro del profesor Pedro Payán". Y sin miedo a la contradicción no dejan de sorprender: "Un partido local pero con vocación europeísta". Lo tienen casi todo claro: la agilización de la construcción del Museo del Carnaval y el nombramiento del concursante gaditano de Gran Hermano, Ismael Beiro, como pregonero de la fiesta. Gómez, a falta de sede, informa que se le puede localizar en el bar Los pabellones, la Taberna Monchito o en la terraza del Mar de Plata. Son 30 los fundadores del PCR y anuncian que podrían ser "la sorpresa" de las elecciones del 2.003. Se definen como radicales y libres.

: o único que extraña es la moral del fundador del PCR, porque esta semana el profesor argentino Alberto Boveris, presidente de la Sociedad Mundial de Radicales libres, ha presidido la VI Reunión Internacional en El Puerto de Santa María y ha hablado de la molécula que provoca el envejecimiento celular. Pero de Adolfo Gómez, ni media palabra.