A casa por díscolo

La carrera de Tugay Kerimoglu es ciertamente singular: es el único futbolista turco que ha sufrido el marcaje personal de un jugador español, es el primer representante de su país en participar en la Liga escocesa y, desde ayer, es el primer jugador de la Eurocopa expulsado por su entrenador. La razón de su exilio no es otra que haber lanzado sus espinilleras a la cara del seleccionador turco, Mustafa Denizli, al ser sustituido en el minuto 37 del partido frente a Bélgica. Ayer por la mañana, en plena resaca turca por la mayor hazaña de su historia en una Eurocopa, Denizli le empaquetó para Estambul. Los compañeros de Tugay intercedieron por él ante el míster, pero Denizli estuvo firme: "Soy el seleccionador y no puedo tolerar conductas como las de Tugay". "Ha faltado al respeto a su técnico", subrayó el delegado del equipo, que escoltó al jugador hasta el aeropuerto.Con 60 partidos internacionales en la mochila, el centrocampista del Glasgow Rangers, que el 24 de agosto cumplirá 30 años, es uno de los dos jugadores de la selección turca que no está inscrito en la Liga de su país. El otro es Unal Alpugan, del Shalke 04 alemán.

Tugay dio el salto a la Liga escocesa tras una reputada carrera en el Trabzonspor y el Galatasaray. Su fama llegó incluso a oídos de Tony Bruins Slot, el segundo de Johan Cruyff en el Barça. En un partido de Liga de Campeones en Estambul entre los azulgrana y el Galatasaray, Bruins proclamó sus desvelos con Tugay, hasta el punto de que Chapi Ferrer le hizo un marcaje individual por todo el campo. Vistas las prestaciones de Tugay, el lateral español debió pensar que lo más razonable hubiera sido un marcaje a la inversa.

Tras 240 partidos y 43 goles en la Liga turca, el escocés Graeme Souness, que había entrenado al Galatasaray, se lo llevó al Rangers, que pagó 325 millones de pesetas por el traspaso. El equipo protestante de Glasgow se adelantó al Newcastle y al Valencia, pero nunca llegó a rentabilizar la inversión. Tugay no ha sido nunca titular. No obstante, Denizli le convocó para la Eurocopa, al considerarle un jugador básico. Frente a Bélgica se lo pagó con un espinillerazo.