Negociaciones cruzadas
Phill Tuverbille, consejero delegado de TXU, y Paul Marsh, director financiero, ambos consejeros de Cantábrico, aseguraron ayer que su cambio de actitud no obedece a ningún pacto oculto con Fenosa. Tuverbille reconoció que había negociado con tres posibles socios, cuya identidad no reveló, para lanzar una contraopa sobre Cantábrico en competencia con la de Fenosa.También Óscar Fanjul, presidente de Cantábrico, aseguró ante la junta que había realizado, en nombre del consejo, gestiones con "posible oferentes extranjeros", que tampoco precisó, para lograr otras ofertas que permitiera elegir la más favorable. Fanjul manifestó que algunas compañías con las que tuvo negociaciones estaban poco inclinadas "a involucrarse en operaciones complejas y de incierto resultado", y que en otras la dificultad residió "en su naturaleza jurídica", en implícita alusión a la alemana EnBW, que estaba dispuesta a pagar 27 euros por acción (tres más que Fenosa), pero a la que Economía le hizo saber que no le sería autorizada la compra.
TXU no desveló si venderá a Fenosa el 13,9% de Hidrocantábrico del que es propietario; tampoco confirmó si pretende negociar con la empresa gallega la compra de activos de generación de Hidrocantábrico de los que eventualmente pudiera ser obligada a desprenderse Fenosa por razones de exceso de concentración empresarial; y ni tan siquiera aclaró si, caso de fracasar la OPA de Fenosa -posibilidad ya casi inverosímil- relanzaría su propia oferta de compra, como el grupo norteamericano anunció cuando el 28 de marzo optó por retirar su oferta para comprar Hidrocantábrico, una vez que Fenosa lanzó la suya propia superando las condiciones económicas de la propuesta de TXU en un 13%.
Tuverbille aseguró que su grupo adoptará una decisión definitiva sobre todo ello una vez que el Gobierno español se pronuncie sobre la oferta de compra de Unión Fenosa a la vista del dictamen, preceptivo pero no vinculante, del Tribunal de Defensa de la Competencia.
