La trinidad del Barça

Haciendo uso de mi particular sentido teológico, y ante los últimos acontecimientos en Can Barça, me cuestiono el siguiente dogma de fe: ¿Van Gaal es dios?: sí, padre. ¿Núñez es dios?: sí, padre. ¿Gaspart es dios?: sí, padre. ¿Son luego tres dioses? No, son tres personas distintas y una sola estupidez verdadera.¿Por qué digo entonces que son tres dioses? Porque hagan lo que hagan, sus fieles les adoran y contemplan.

Es, pues, dogma de fe el creer en esa trinidad para comprender lo que ocurre en el FC Barcelona en los últimos tiempos. Lo que está ocurriendo en el Barça va mucho más allá de una liga, una copa e incluso de una eurocopa. Se trata de la dimensión que tome o pueda tomar el futuro de un equipo admirable en cuanto a lo que es y lo que representa a escala catalana, española e internacional. Todo porque tres señores se creen dioses, en torno a los cuales el mundo gira y les contempla.

Pero, ¡ojo!, también se creyeron dioses los últimos césares de Roma y así les fue. También se lo creyeron Hitler y Napoleón, y en otro orden, Mario Conde, Luis Roldán y Javier de la Rosa, y ya ven ustedes cómo acabaron. Claro que éstos no arrastraron en su caída a las instituciones que dirigían, aunque en algunos casos, las dejaron seriamente lesionadas.

No es mi fuerte lo del fútbol, pero, a base del bombardeo televisivo a que estamos sometidos, te enteras, quieras o no. Deduzco de cuanto oigo y leo sobre la vida y milagros del FC Barcelona que su trinidad es más papista que el Papa y no acata las normas que rigen el fútbol nacional e internacional, y eso es grave, ridículo y peligroso.

Mucho me temo que aquí no les valdrá aquello de "que vienen a por nosotros". No, señores faranduleros, ustedes no aman el fútbol y menos al FC Barcelona (excepción hecha del señor Casaus, que sí es un señor y ama al Barcelona). Van ustedes sobrados de prepotencia y poder, y están perdiendo el norte como en su día lo perdieron Hitler y Napoleón -salvando las distancias.

Ni son ustedes el centro del universo ni la afición es incombustible. Están ustedes abusando de la paciencia de la mejor hinchada que un equipo pueda anhelar. No les provoquen más o se caerán ustedes del Olimpo, y dejarán por fin paso a una directiva digna de tan extraordinario club, una directiva capaz de afrontar con rigor y dignidad el devenir de un nuevo siglo.- José A. Barreiro Somoza. Lleida.