Guardiola insta al Barça a salir del colapso y Kluivert vuelve a lanzar reproches a Van Gaal

Tres derrotas en una semana, nueve goles encajados y la Liga, la Liga de Campeones y la Copa medio perdidas. Tras el partido del Calderón, el Barça se asoma al abismo. El capitán Guardiola, que ya ha superado su lesión, instó al equipo a salir del colapso y abogó por pensar sólo en el Oviedo. "Mañana y ante el Chelsea veremos si hay ganas de ganar títulos. No es que no las haya, pero o reaccionamos o bajamos la persiana", dijo. Kluivert, anoche, agravó la crisis replicando otra vez al técnico Louis Van Gaal los reproches que les ha dirigido tanto a él como a Rivaldo.

Tres goles encajados ante el Chelsea (Liga de Campeones), otros tres goles ante el Mallorca (Liga) y tres más en el Calderón (Copa). El Barça se ha desintegrado en siete días y ha pasado de aspirar a ganarlo todo a estar a un paso de la nada. La cíclica mala racha que suele sufrir este equipo cada noviembre y que arrasa con todo. La enorme diferencia es que este ciclón nunca hasta ahora había aparecido en primavera, cuando los títulos están en juego. Nunca se había visto en abril que Hesp corriera más que el balón, que se lo dejara atrás o escenas como la que propició el segundo tanto del Atlético, cuando Aguilera se escurrió entre Rivaldo y Frank de Boer y dejó sentado a Cocu. "Lo hemos perdido casi todo. Y digo casi porque siempre queda la esperanza. Pero no hay explicación a todo esto. El problema está en nuestra cabeza", acertó a decir Frank de Boer. Van Gaal se quedó el miércoles sin habla -"A veces es mejor callarse"- y ayer optó en la charla del vestuario por una ligera bronca. Dijo que fue correcta la primera y segunda fase de construcción del juego y cargó por las escasas ocasiones de gol. Otra vez, como el día del Mallorca -"Rivaldo y Kluivert no han tenido chispa", dijo entonces- señaló a los delanteros. No hubo el menor reproche a Frank de Boer y Bogarde. El vestuario respondió al enfado de Van Gaal con el silencio. El diálogo está roto.

Guardiola optó por la vía más sensata. El mediocentro instó a la plantilla a superar la crisis y a ganar como sea mañana al Oviedo. Y el martes al Chelsea. "No nos queda más opción si es que no queremos bajar ya la persiana", dijo. El capitán, ausente en las tres derrotas por lesión, aseguró ayer que ya está listo para volver. Pero negó ser el salvador. "No tengo ninguna varita mágica. Decir que se ha perdido porque yo no jugaba es una falta de respeto a mis compañeros. Yo, como Xavi, con Morris delante, ante el Chelsea, también hubiera sufrido mucho", señaló. Y lanzó un guiño al optimismo: "Aún no hemos perdido nada".

Kluivert, mientras, señaló las grietas del vestuario. El ariete y Van Gaal se hablan últimamente a través de la prensa. El jugador coincidió el lunes con Rivaldo en que el técnico se equivocó al relevarles ante el Mallorca y Van Gaal les retó a "hablar" en el Calderón. "Es muy fácil decir eso", dijo Kluivert. "Nosotros dos hemos hablado mucho en el campo y el técnico no lo puede olvidar. Hemos marcado mucho y ahora, en este mal momento, son palabras fáciles. No ha sido el momento de hablar". Josep Lluís Núñez, presidente del club, no abordó la crisis del equipo en un acto del museo del club. Horas antes, a través de Efe, pidió unidad a la afición.