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Entrevista:ROLF BREUER Y BERNHARD WALTERPRESIDENTES DEL DEUTSCHE Y DRESDNER BANK

"La meta de nuestra fusión es la de crear un motor de alcance europeo"

El presidente del Deutsche Bank, Rolf Breuer, y el jefe del Dresdner Bank, Bernhard Walter, hablan sobre la fusión, sus bancos y el papel de los seguros Allianz. Pregunta. Señor Breuer, aproximadamente 16.000 empleados se han enterado por los periódicos de que ya no se les necesita. ¿Es el bienestar de los accionistas lo más importante?

Respuesta. La lógica de nuestro negocio es opuesta a esa manera de pensar. Para tener contentos a los clientes se necesitan empleados con una motivación. Si la relación entre clientes y empleados funciona, las cosas marchan viento en popa también para los accionistas.

P. Señor Walter, en el Dresdner Bank se le consideraba como el hombre de los empleados. Ahora suprime usted puestos de trabajo de un plumazo. ¿Cómo se siente al hacerlo?

Walter. Nada bien, créame. Y además sigo siendo el hombre de los empleados. Nunca he ocultado que hay que hacer cambios radicales. Y llevo dos años diciendo que tenemos que contribuir a dar forma a estos cambios y que no podemos esperar a que sean otros los que nos cambien.

P. Usted había prometido a empleados y comité de empresa que no iban a cerrar las sucursales. ¿Por qué cambió de opinión?

Walter. Las sucursales no podían mantenerse en su forma actual, y eso lo sabe todo el mundo en nuestro banco. Es un hecho. Sencillamente, no es rentable.

P. Se dice que el recorte de plantilla se llevará a cabo con trabajo a tiempo parcial para los más veteranos, jubilaciones anticipadas y la fluctuación natural. ¿Descarta usted los despidos?

Breuer. No. Las conversaciones con los empleados se han puesto en marcha. Pero no hay nada establecido de antemano, en ningún sentido.

P. Su fusión supone una carga explosiva en lo político, y no sólo por la reducción masiva de puestos de trabajo. ¿Es ésa la razón por la que el lunes pasado buscaron en primer lugar la aprobación del canciller federal?

Breuer. No fue así.

P. Tanto usted como Walter hablaron con Schröder por teléfono.

Walter. Eso es verdad.

Breuer. Como debe ser.

P. ¿Qué dijo el canciller?

Breuer. El canciller reconoce, igual que nosotros, los méritos políticos de este acuerdo. Con él se refuerza el panorama financiero de "Alemania, SA". Eso es bueno para el crecimiento y para los puestos de trabajo. Al mismo tiempo vamos reduciendo poco a poco las redundancias, incluso las que tenemos con Allianz. Esto incrementa la credibilidad de nuestra posición y atrae las inversiones extranjeras en mayor medida que nuestro antiguo modelo de "Alemania, SA". Basándonos en esto, creo que podemos contar con su apoyo.

P. Ustedes hablan siempre de una unión entre iguales. ¿Por qué, señor Breuer, no dicen que están comprando el Dresdner Bank?

Breuer. Ésa no era nuestra intención y, además, no habría funcionado. Una OPA hostil en el sector financiero estaba fuera de lugar.

P. Pero una absorción amistosa no es una fusión entre iguales.

Breuer. Las fusiones entre iguales no significan necesariamente una relación al 50% que pueda establecerse de modo matemático. La capitalización del mercado, el balance y el resto de los factores computables no son iguales en este acuerdo. Tampoco es de eso de lo que se trata. De lo que se trata es de que esta fusión es una cooperación cuya meta es la creación de un motor de alcance europeo.

P. ¿Es usted el socio experimentado y el señor Walter el novato?

Breuer. Aquí no hay veteranos ni novatos. Somos socios.

P. En el futuro van a concentrarse en la banca de inversión y, por tanto, en el negocio global con grandes clientes, una estrategia arriesgada. ¿Qué harán si los mercados no siguen por el mismo camino, si se debilita la ola de fusiones?

Breuer. En su observación ha dejado usted a un lado un gran segmento de la clientela, el cliente privado...

P. Se refiere al cliente privado rico...

Breuer. ...el cliente privado que está creando una fortuna y el que ya la tiene. Ése es un campo de negocios enorme y en él somos el número tres en el mundo. Por eso estamos intensificando los negocios con las personas privadas.

Walter. Sólo en el Dresdner Bank ya tenemos en la actualidad 600 puntos de asesoría para clientes con medios de riqueza. En el Deutsche Bank hay 300. Se trata de una amplia red que vamos a conservar. No se va a vender.

P. Sin embargo, una gran parte de su negocio futuro será la banca de inversión y la financiación de empresas, que ustedes llaman con un nombre muy fino, Corporate Financing. De nuevo la pregunta: ¿No es ésa una limitación muy arriesgada de la estrategia?

Walter. Como es lógico, un negocio que depende de los mercados es volátil. No puede ser de otra manera. La banca de servicios a particulares no ha sido nunca un estabilizador de los ingresos, ni en el Dresdner ni en el Deutsche. Sólo hemos obtenido buenos beneficios con los clientes privados del nivel superior. Y tenemos que sacar las conclusiones correspondientes.

P. Con su fusión, en Alemania experimentamos por primera vez una separación entre el negocio de masas y el de los grandes clientes. En Estados Unidos, después de décadas con un sistema bancario diversificado, surge justamente la tendencia contraria. Los dos tipos de bancos vuelven a aproximarse. ¿No les inclina eso a tomar precauciones?

Breuer. Yo creo que no hay que tomar las cosas tan al pie de la letra. Lo que nosotros estamos poniendo en práctica en una alianza tripartita es un modelo ejemplar de equilibrio banco-seguros, una interacción de banca y seguros en la gestión. Éste es el modelo del futuro.

© Der Spiegel.

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