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Los críticos del PSPV apelan a la militancia para fijar posición antes del comité federal

El varapalo electoral sufrido por los socialistas el pasado domingo ha generado diversos movimientos en el seno del partido que se manifiestan en dos vertientes en las provincias de Valencia y Alicante. Siete secretarios comarcales de Valencia han convocado a la militancia a expresarse hoy en L'Eliana para intentar fijar una posición común ante el comité federal del PSOE que debe decidir la organización del congreso estatal. En Alicante, dirigentes de todas las tendencias, incluido Diego Macià, presidente de la gestora del PSPV, intentan pactar una transición tranquila en el posterior congreso nacional de los socialistas valencianos. Ambos frentes coinciden en el rechazo al posible liderazgo de Ciprià Ciscar.

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Golpes de efecto

El inmovilismo de la gestora del PSPV ante la renuncia de Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, ha provocado un amplio frente de rechazo en la provincia de Valencia. Ana Noguera, portavoz municipal en el Ayuntamiento de Valencia, reiteró ayer que la dirección provisional del partido debe renunciar a su trinchera orgánica para "devolver la voz a la militancia".En la misma dirección, un grupo de dirigentes vinculado al denominado Movimiento por el Cambio convocó para hoy en L'Eliana una reunión abierta a toda la militancia para intentar fijar posición ante el comité federal del PSOE que debe decidir el miércoles los mecanismos para organizar el futuro congreso estatal.

Sin embargo, representantes de todos los sectores del partido en la provincia de Valencia se han sumado a la convocatoria para evitar que un solo sector capitalice un clamor colectiva en favor de la transparencia y el pluralismo en el seno de la organización. En gráfica expresión de un militante, para evitar que la reunión se convierta en un acto de "exaltación de Noguera" como portavoz de la disidencia interna hacia la gestora. La convocatoria ha sido finalmente asumida por siete secretarios comarcales que representan a todos los sectores del partido con intención de "escenificar la unidad" de la organización provincial, según un destacado dirigente lermista.

La gestora se ha amparado en la disolución de todos los órganos del partido para evitar la convocatoria de un comité nacional del PSPV que exprese su posición sobre el futuro del PSOE. La convocatoria de hoy pretende demostrar la amplitud de la oposición a la dirección provisional, aunque representantes de todos los sectores críticos hacia una gestora que consideran tutelada por Ciprià Ciscar insisten en negar que la reunión se haya convocado "contra nadie" y que sólo se persigue dar voz a la militancia en un ejercicio de responsabilidad, frente a una gestora "irresponsable", según un secretario comarcal, "en el sentido de que no rinde responsabilidades a ningún órgano del partido".

Diego Macià, alcalde de Elche y presidente de la gestora, se limitó a comentar que el órgano que debe preparar el próximo congreso federal del PSOE debe integrar a dirigentes con responsabilidad institucional. "Las personas con responsabilidad pública están acostumbradas a pensar más en los problemas de la sociedad que en los internos", comentó Macià, quien eludió polemizar sobre su futuro al frente de la dirección provisional del PSPV. Más aún, Macià se ha implicado personalmente en una serie de reuniones entre dirigentes de todas las tendencias del partido en la provincia de Alicante para pacificar el partido, consensuar posturas, reflexionar sobre el relevo generacional y presionar a sus compañeros de Valencia para que abracen un proceso de renovación tranquilo.

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Los encuentros se iniciaron en Alicante semanas antes de los comicios generales del 12 de marzo, ante un más que presumible descalabro en las urnas. Renovadores y oficialistas han dejado fuera de las conversaciones a históricos dirigentes, como el secretario general de Alicante, el senador Ángel Franco; el ex vicesecretario general del PSPV, Antonio Mira Perceval; los ex diputados Alberto Pérez Ferré y Josep Beviá o el senador territorial Antonio García Miralles. Se intenta que en la foto de familia no aparezcan quienes han desempeñado durante lustros cargos de responsabilidad en el partido o en las instituciones públicas.

Sí se han movilizado, al margen de Macià, los alcaldes de Elda y Alcoy, Juan Pascual Azorín y Josep Sanus, respectivamente; el portavoz del grupo de diputados en las Cortes Valencianas, Antonio Moreno; los secretarios comarcales de La Marina Baixa, L'Alacantí y La Vega Baja (Agustín Navarro, José Gadea y Francisco García Gelardo), y Manuel de Barros y José María Pajín, referentes del sector renovador en Alicante y Benidorm.

Mensaje y mensajeros

Fruto de las conversaciones es el mensaje inequívoco que se trasladará a la militancia: hay que cambiar de mensaje y de mensajeros. No se pretende que el cambio sea traumático. Muy al contrario, se invitará a los dirigentes que todavía permanecen en primera línea a que limiten su presencia a un segundo plano, ante el convencimiento de que ninguno de ellos sería válido para capitanear un partido refundado que tiene mucho trabajo por delante antes de ser capaz de restar votos al PP.

De momento, los participantes en estas reuniones han alcanzado el consenso en la línea de trabajo a seguir. Primero se acometerá un debate sobre el proceso de renovación ideológica, del que arrancarán los cambios en los mensajeros. Por último, se abordará la búsqueda de un liderazgo sólido, carismático y con amplio respaldo al que los populares no puedan achacar defectos del pasado. "Desde luego, esa persona no es Ciprià Ciscar", coinciden.

En la agrupación de la capital alicantina se pretende un cambio "moderado y prudente, sin tutelajes", según señaló ayer Manuel de Barros. La ejecutiva local celebró una reunión para analizar el fracaso electoral del domingo. En el transcurso de la sesión, los adscritos al sector renovador pidieron la dimisión del secretario general, Ángel Franco, o al menos un anuncio oficial de que no optará a la reelección. Franco replicó que tras la dimisión de Joaquín Almunia todos los órganos de dirección del partido son provisionales, por lo que no tiene sentido otras renuncias. "Hay que aparcar tensiones internas", comentó el senador.

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