El PP alcanza su cénit en su feudo tradicional

Castilla-León sigue siendo el feudo del PP y, en la noche de su gran éxito, aportó a José María Aznar un porcentaje récord de votos: el 55,8% de los sufragios, que le han otorgado 22 diputados y 27 senadores para una legislatura en la que los socialistas mantienen sus 11 escaños en el Congreso y los nueve del Senado con el 32%. "Hemos llegado al cénit", afirmó el presidente de la comunidad, Juan José Lucas, tras conocer los resultados y comprobar que el electorado "ha entendido el mensaje constructivo del PP".Desde la llegada de Lucas a la dirección de los populares castellano-leoneses y del propio Ejecutivo autonómico, las comparecencias electorales de su partido se han contabilizado por éxitos. Sólo en los pasados comicios municipales el descenso en Burgos y Salamanca hizo presagiar una bajada en el grado de confianza depositado en él, pero no se ha plasmado y en esta segunda ciudad no sólo no ha perdido terreno el PP, sino que ha aumentado hasta el 58,7% sus sufragios. En Burgos igualmente se ha elevado en un 5% la esperanza depositada en él gracias seguramente a la presencia en su candidatura del actual ministro de Trabajo en funciones, Juan Carlos Aparicio.

Los populares, que han derrotado sin paliativos al PSOE e IU -la organización de la que aún es coordinador general Julio Anguita no ha conseguido el senador al que aspiraba- sólo tienen una nube en el horizonte: Unión del Pueblo Leonés (UPL) se ha quedado a muy poco de obtener un escaño al sumar el 13,5% de los sufragios. Con tres puntos más habría obtenido un puesto en el Congreso y habría demostrado igualmente que el llamado Pacto por León, el acuerdo PP-UPL que mantiene en la alcaldía al popular Mario Amilivia, ha sido rentabilizadísimo por los leonesistas.

Tras el éxito, sólo queda por conocer si Lucas es llamado, por fin, a Madrid para dirigir algún ministerio. Él afirma que está "como hace un mes", a la espera de ser reclamado por Aznar. Otra cosa es cómo quedarían el PP y el Gobierno regional, dadas las difíciles relaciones de algunos de los miembros de su Gabinete que aspiran a sucederle en la presidencia.