El Pamesa pierde el liderato

TAU VITORIA 92-PAMESA 86El Pamesa sigue acusando el desgaste. Durante meses ha ejercido una tiranía absoluta en la Liga, pero no se había dado un respiro. Ahora que empieza a coger aire y a dar minutos de asueto a sus tres eslabones fundamentales (Rodilla, Hopkins y Beard), ni siquiera los rivales en decadencia como el Tau le perdonan. Miki Vukovic dio un par de minutos de oxígeno a Hopkins y en ese lapso el Baskonia le endosó un agujero inapelable: 16 puntos contra uno, que dejó al equipo vitoriano en ventaja (75-64) para el tramo final.El partido tenía aire de ultimátum, sobre todo para el Tau, que no levanta cabeza en el último mes. Perdió a las primeras de cambio la Copa del Rey que defendía y organizaba; tiene un pie fuera de la Copa Saporta; y en la Liga ve cómo le adelantan por la izquierda y la derecha. Son los inconvenientes de tener un equipo de indudables cualidades técnicas pero tendente a la anemia. Pero, metido en una situación tan crítica, el Tau salió enrabietado. Se basó en una defensa más que aceptable y la rapidez de Bennett para obligar al Pamesa a un primer ejercicio de orgullo (16-7, minuto 7).

El equipo de Vukovic, acostumbrado a jugar con la tensión, no tuvo problemas. Embarcó a Berni Álvzrez en un duelo ofensivo con Espil que, además de agradecerlo los espectadores en una Liga tan defensiva, dio frutos al Pamesa (38-44 en el descanso).

Los valencianos habían salvado un primer envite y tuvieron la opción de dejar pronto noqueado al Tau, con la superioridad de sus pívots bajo los tableros. Pero la desperdiciaron. Fue automático. Vukovic sentó a Rodilla y el Pamesa cedió una pizca la iniciativa del juego a Bennett. Sentó a Hopkins, el mejor del equipo ayer, y el Tau le asestó el golpe definitivo. Cuando él dejó la pista, el Pamesa ganaba por 61-63. Al regresar ya perdía por nueve, después de una exhibición física de Esteller y Bennett. El equipo valenciano perdió demasiados puntos en muy poco tiempo, y se asustó. Recibió tres técnicas (Beard, Vukovic y Luengo) y puso en bandeja la recuperación anímica del Tau. Como mucho, el Pamesa logró salvar el average que, quién sabe, tal vez resulte importante al final de la Liga. De momento, el equipo que ha arrasado durante medio año tiene por delante una tarea de reconversión mental, la de saber gestionar las derrotas.